La Demarcación de Costas de Murcia ha dado un nuevo paso para cerrar el círculo de protección sobre las baterías militares de Cartagena que adquirió en diciembre 2006. El departamento del Ministerio para la Transición Ecológica ha iniciado los expedientes para rectificar el deslinde de las fincas compradas al Ministerio de Defensa hace 16 años, en las que se sitúan varias de las baterías de costa más importantes ubicadas en el litoral del municipio.
En concreto, Costas comienza ahora estos trámites sobre la protección del patrimonio militar en Cala Cortina (baterías de Santa Florentina, Santa Ana, Santa Ana Acasamentada y Santa Ana Complementaria), Cabo Tiñoso (Atalayón, Castillitos y Jorel), Trincabotijas (Trincabotijas y Comandante Royo), Aguilones y Conejos en Escombreras y La Chapa en Portmán.
El régimen jurídico que afecta a las baterías de costa no cambia con estas rectificaciones de los deslindes
«Concluido el procedimiento de rectificación del deslinde, se corregirán los planos actuales que recogen el dominio público marítimo terrestre, para que éstos reflejen adecuadamente la adquisición de los terrenos que se materializó en el año 2006», señalan fuentes de la Demarcación de Costas de Murcia, que señalan que el régimen jurídico que afecta a las baterías de costa no cambia con estas rectificaciones de los deslindes. Costas ya llevó a cabo una investigación de los límites originales de las fincas afectadas.
«Las actuaciones que se pretendan promover sobre ellos requerirán los permisos correspondientes de la Dirección General de Costas, así como del resto de Administraciones que tienen competencias sobre estos bienes, como pueden ser el órgano de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia responsable de la gestión de los espacios protegidos en los que se sitúan o el competente en la protección de los bienes de interés cultural».
El Ministerio ya llevó a cabo una investigación para conocer los límites originales de las fincas afectadas
El Ministerio de Medio Ambiente, con la socialista Cristina Narbona al frente, adquirió estas baterías hace más de 15 años, que estaban en manos del departamento de Defensa. Entonces se comenzaron a mover los planes de gestión de estas fincas para reenfocar su uso hacia el turismo y poder rehabilitarlos. En alguno de ellos se han llevado a cabo actuaciones y son visitables y abiertos al público, otros no como la batería de Cala Cortina.
Precisamente el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo anunció recientemente una inversión de fondos europeos de recuperación para la rehabilitación de la batería de costa de San Leandro, al lado del muelle de La Curra.
Más de 250 hectáreas de cinco fincas se suman al dominio público
Tras dejar de funcionar como fortificaciones militares en Cartagena (algunas de ellas en la década de los 90), estas baterías de costa quedaron en el olvido y fueron vandalizadas y saqueadas. Están declaradas Bien de Interés Cultural y algunas están ubicadas dentro de espacios protegidos como la de Castillitos en el Espacio Natural de Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán o la antigua batería militar de La Chapa en el parque regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila.
Con la revisión del deslinde se añaden al dominio público más de 250 hectáreas. En algunas de estas fincas la Demarcación de Costas ha llegado a acuerdos, como por ejemplo con la empresa Repsol en la finca Aguilones y Conejos y Posición X, para retocar los límites del terreno dependiente del Estado para ampliar las instalaciones en el Valle de Escombreras de Cartagena.
