Al grito de “contra el odio y la violencia ni un paso atrás” cerca de 200 personas de diferentes asociaciones, partidos políticos y civiles, se concentraban esta tarde frente al Palacio Consistorial de Cartagena para mostrar su “rechazo” al ataque que tuvo lugar en la sede de Podemos Cartagena la madrugada del Viernes Santo, cuando lanzaron un cóctel molotov contra uno de los cristales del local que provocó un pequeño incendio que se apagó a los pocos minutos sin necesidad de que los bomberos intervinieran.

Aunque la formación morada en Cartagena ha sufrido seis ataques durante los últimos años, ninguno “había llegado hasta este punto”, explica la portavoz del grupo en la ciudad portuaria, Leli García.

Por este motivo, diversos colectivos de Cartagena decidieron convocar una concentración para “alzar la voz en contra de los ataques fascistas”, gritaban los manifestantes.

Un momento de concentración frente al Ayuntamiento. L.O.

A este acto también acudieron representantes de diferentes partidos políticos del Consistorio cartagenero, como MC, los ediles socialistas no adscritos o la compañera de coalición de García en Unidas Podemos Cartagena, Aroa Nicolás, quien explicó que “es necesaria la creación de un frente común contra la extrema derecha no solo en la calle, sino también en las instituciones”. Sin embargo, el acto no contó con representantes del Partido Popular, ni de Vox.

El coordinador de Podemos en la Región de Murcia, Javier Sánchez Serna, ha celebrado “la respuesta cívica” y asegura que “la gente sabe que para ser demócrata hay que ser antifascista”. Sánchez Serna apunta que el atentado en la sede de Cartagena no es un hecho aislado: “llevamos años sufriendo amenazas y agresiones”, lamenta el coordinador autonómico.

Asimismo, indica que “hoy hacemos una llamada para que esta espiral de odio se acabe aquí”, ya que el acto también sirvió para condenar “todos los delitos de odio”, como el incendio “islamófobo” que se produjo en la puerta de una mezquita en San Javier el pasado mes de febrero. Así como las pintadas que se han ido sucediendo en sedes del PSOE y Podemos durante los últimos meses, entre otros sucesos.