El uso de plaguicidas representa un riesgo para la salud humana y ambiental. Investigaciones recientes sugieren una relación entre la exposición a los mismos y un mayor riesgo de problemas de salud, a la vez que afecta a la salud del suelo, del agua y a la biodiversidad.

El proyecto SPRINT (Sustainable Plant Protection Transition: A Global Health Approach SFS-04-2019-2020), que acaba de comenzar y en el que participan un consorcio de institutos de investigación y universidades de 11 países europeos junto con colegas en Argentina y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desarrollará una serie de herramientas de evaluación de riesgos para la salud mundial con el objetivo de evaluar el impacto de los plaguicidas en la salud humana y los efectos adversos en las plantas, los animales y los ecosistemas.

SPRINT pondrá en común el conocimiento y los datos de toda Europa para encontrar formas de mejorar el uso sostenible de plaguicidas. Trabajando con agricultores y legisladores, los investigadores encontrarán formas de apoyar una transición hacia una protección vegetal más sostenible. Varios investigadores de la Escuela Agrónomos de la UPCT contribuyen al proyecto SPRINT aportando un caso de estudio de cultivos hortícolas en el Campo de Cartagena.