Las Puertas de Murcia acogieron ayer una danza reivindicativa para denunciar a través de la cultura y el arte la situación de crisis que atraviesa actualmente el Mar Menor. Para ello, nueve activistas protagonizaron una performance en la que, usando su propia expresión corporal, recreaban el proceso que ha sufrido durante los últimos años la laguna salada. Ataviados en azul y verde y con sólo unas botellas de agua en las que se podía leer 'peligro', que además acotaban el espacio utilizado para el espectáculo frente a Capitanía General, la particular reivindicación cultural consiguió que gran parte de los cartageneros y turistas que paseaban por el centro de la ciudad se pararan a observar así como a dedicar unos minutos a tomar conciencia de este problema medioambiental. La idea de esta actuación surgió en el curso 'Reflexión' impartido en el Centro Párraga de Murcia y ha organizado Trinidad Martínez.