Durante la mañana de ayer la Asociación para la Defensa del Entorno Natural de La Azohía (Adela) se concentró en la parcela del antiguo cuartel de la Guardia Civil del pueblo costero para reivindicar que, en dicho terreno, que se encuentra a día de hoy sin edificar, se construya un centro multiusos vecinal que, según explica Josué Pérez, vicepresidente de la organización, «esté dotado de varias salas destinada a fines independientes tales como sala de reuniones de las asociaciones de la zona, biblioteca, centro de activides culturales, consultorio médico y salón de actos».

El vicepresidente de la asociación afirma que el terreno de tierra que albergaba hasta los noventa el cuartel de la Guardia Civil de la Azohia, «debería seguir teniendo un uso público». Actualmente el terreno es propiedad de 'Solvia' pero, Pérez insiste en que el Consistorio podría recuperarlo. «Nos reunimos con la alcaldesa Ana Belén Castejón en febrero del 2019, nos dijo que estudiaría nuestra propuesta y que en un plazo de dos meses nos daría respuesta», afirma Pérez, añadiendo que «esto fue a finales de la pasada legislatura y aún no nos ha contestado».

Hasta la parcela también se ha desplazado el presidente de la Asociación de Vecinos de Isla Plana, Francisco Madrid, para unirse a las reivindicaciones puesto que en Isla Plana tal y como explica «nosotros aprovechamos el antiguo Cuartel de Isla Plana para hacer la Asociación de Vecinos y estamos seguros de que la situación es equiparable y aquí podría hacerse algo similar», añadiendo que «sería muy bueno para la zona» y pidiendo colaboración a las instituciones públicas de Cartagena.

También ha acudido a la cita el presidente de la Asociación Cultural Torre de Santa Elena, Antonio Fernández, que lamenta la pasada subasta de la parcela, incidiendo por su parte, en la «imperiosa necesidad de un edificio público donde realizar las diferentes actividades culturales de la zona», pidiendo al Ayuntamiento que «haga lo posible por los vecinos, que se merecen un mínimo de infraestructuras, ya que aquí viven más de 1.000 personas durante el invierno».