Las negociaciones están abiertas, pero el acuerdo parece que está lejos de alcanzarse. Una reunión de urgencia entre la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, y el presidente de la Hospitalidad de Santa Teresa, Vicente Vilar, puede encontrar el punto de encuentro entre el Gobierno local y la institución, una vez que el mes pasado acabó el contrato por el que el Consistorio deriva a la entidad solidaria a los sin techo, pagando una tarifa por usuario y día.

El punto de conflicto es la oferta puesta sobre la mesa por el Ayuntamiento. Desde el Ejecutivo defienden que su propuesta para el nuevo contrato mejora las condiciones del pasado año. Pasarían de pagar 24 euros por usuario y día a 30; y además se mejorarían la formación y los cursos que se imparten, según indicaron fuentes municipales. No obstante, desde la Hospitalidad señalan que ese aumento del precio no es real, ya que 30 euros era lo que ya pagaba el Ayuntamiento hace un año. «Bajaron la cantidad a 24 euros afirmando que se atendía a menos usuarios, aunque los servicios de la Hospitalidad han seguido siendo los mismos», indican desde la institución.

De hecho, la rebaja del pasado año en el contrato supuso un descenso de unos 20.000 euros en el pago del Consistorio a la entidad solidaria. No obstante, pese a que desde la dirección de la Hospitalidad no quieren hacer declaraciones sobre este asunto, voluntarios de la institución sí que afirman que «no es cuestión de dinero, sino una necesidad de servicio, de atender a las personas en condiciones y no estar mirando cada céntimo».

En este sentido, las mismas fuentes señalan que «de momento no se ha firmado el acuerdo y todo queda pendiente de esa reunión entre Castejón y Vilar, pero la Hospitalidad está dispuesta incluso a ofrecer el servicio de forma gratuita si no se llega a un consenso». Y es que, desde la institución creen que la intención del Ayuntamiento es sacar a concurso el contrato. «Si se llega a esa situación, ofertaremos, claro, aunque en el contrato que teníamos se deja bien claro que somos la única institución que dispone de un albergue autorizado para dar este tipo de servicios; pero estamos dispuestos incluso a trabajar con los usuarios sin obtener ningún pago», sostienen.

La postura del Ayuntamiento se sustenta, según informaron desde el Consistorio, en los criterios de los técnicos y el gabinete jurídico municipal. Afirman que la intención del Gobierno local es renovar el contrato con la Hospitalidad, pero que tienen las manos atadas con los aspectos legales. Así, dicen que al haber menos transeúntes, la institución ha recibido menos usuarios derivados por el Ayuntamiento, por lo que se ha abonado menos dinero. «Es lo que nos dicen que debemos hacer los jurídicos», indican.

Sospechan que la intención de la Hospitalidad es convertir ese contrato en una subvención, aunque precisan que los mismos juristas del Ayuntamiento señalan que debe ser a través de un contrato. No obstante, desde la institución matizan que están conformes con el contrato, pero no en los términos fijados por el Consistorio.

El servicio se mantiene

Pese a la falta de acuerdo, desde la Hospitalidad mantienen el servicio de atención a transeúntes y sin techo y afirman que el convenio suscrito entre la institución y el Instituto Murciano de Atención Social (IMAS) da un colchón para seguir trabajando. «Levantar la persiana para atender a los usuarios cuesta unos 9.000 euros, sólo queremos que el acuerdo con el Ayuntamiento tenga asegurado cubrir ese coste, ya que con más o menos usuarios, el servicio hay que darlo y tiene un precio», indican desde la entidad solidaria.