Los vecinos del barrio de Los Dolores vuelven a encontrarse con ciertas dificultades para circular por su arteria principal, la calle Alfonso XIII, aunque esta vez las obras que se están acometiendo responden a una demanda generalizada por parte de su población.

Se trata de la demolición de los parterres que se instalaron como parte del proyecto de remodelación de la vía entre el verano de 2014 y el de 2015, un proyecto que constó de varias fases y para el que es necesario remontarse al gobierno de la anterior legislatura, con Francisco Espejo a la cabeza de la concejalía de Infraestructuras.

Posteriormente, con José López de regidor y edil de la misma concejalía, durante 2016 continuaron los trabajos de readaptación de este proyecto de reforma «con el objeto de mejorar lo heredado», ya que los vecinos criticaron «las diversas deficiencias» que protagonizaban la obra.

Ahora, desde hace unos días, las maquinarias trabajan en Alfonso XIII para eliminar esas pequeñas zonas ajardinadas que se colocaron en su día y que provocaron las quejas de los ciudadanos. «Desde el principio estuvo mal hecho», afirma el presidente de la asociación de vecinos de Los Dolores, Ángel Mario Ros, «por los matojos que iban creciendo, que dificultaban la visibilidad a los coches». Lo mismo manifiesta Antonio Martínez (MC), representante de la junta vecinal del barrio, que señala que se trata de «una demanda vecinal desde hace dos años». Señala que «se están eliminando porque los vecinos quieren, porque esas isletas quitan aparcamiento y afean, la perspectiva no era bonita».

Ros dirige sus críticas hacia los técnicos municipales: «Fue una mala gestión municipal por parte del Ayuntamiento, pero no por culpa de los políticos sino por la gestión de los técnicos municipales».

Proyecto de remodelación

A finales de mayo, el Ayuntamiento de Cartagena anunciaba el proyecto que saldría a contratación para la remodelación de la calle Alfonso XIII de Los Dolores. Fue en aquel momento cuando ya se contemplaron las reformas oportunas: por una parte, la demolición de todos los parterres, un total de 32, de los que 27, dependiendo del sentido de la circulación vial perpendicular a la calle, quedarían pavimentados para ampliar la zona de aparcamiento.

Los cinco restantes se reducirán a 1,50 metros en superficie que sería pavimentada con losa para impedir el estacionamiento junto a la intersección y, de este modo, garantizar la visibilidad en la incorporación al tráfico de la calle Alfonso XIII.

Por otra parte, se planteó adecuar los alcorques existentes de manera que se respete la anchura mínima de paso peatonal. Así, los alcorques se reducirían en 20 centímetros para ampliar la zona peatonal y poder onseguir un ancho igual o superior a 1,50 metros. Igualmente, el proyecto implica la plantación de arbolado, de la especie Laurus Nobilis, y relleno de alcorque con pavimento drenante, mientras que aquellos alcorques que, aun reduciéndolos, no permitan un ancho mínimo de 1,50 metros, quedarán pavimentados con losa.