Cuatro centros educativos del municipio cuentan con desfibriladores y unos 70 docentes y conserjes han aprendido cómo usarlos gracias al proyecto ´Cartagena, ciudad cardioprotegida´. Se trata de los institutos de El Bohío y Mediterráneo, y los colegios San Félix y Fernando Garrido, aunque la ideal del Ayuntamiento es «llevarlo al resto de centros docentes de la ciudad, así como a espacios turísticos y farmacias».

Así lo indicó el concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco Aznar, durante la presentación del proyecto, junto al edil de Educación, David Martínez; el director del programa, Antonio Pastor; y el director de la Escuela Seguridad (ESPAC), Antonio García.

Aznar explicó que el mantenimiento de estos desfibriladores correrá a cargo del Ayuntamiento y que se trata de un proyecto transversal que comenzó hace un año y aúna las concejalías de Seguridad Ciudadana, Educación y Turismo.

Por su parte, Martínez recordó que «la idea es seguir formando a profesores, conserjes, personal auxiliar y al resto de trabajadores para que se pueda llevar a más centros». También Pastor destacó la implicación de los maestros y profesores en este tema ya que «hace unos años, el docente no quería acercarse a este ámbito» pero «ahora son agentes activos y nos están pidiendo información, desfibriladores e implicación».

Con este proyecto se pretende ofrecer esta formación, destinada también a los alumnos, a todos los colegios. Para ello, será necesario que en el centro haya un desfibrilador, y estos serán los mismos que utiliza Protección Civil durante el verano en las playas pero que, tras la campaña estival, quedan parados durante todo el curso escolar hasta el próximo año. De este modo, «mientras no se utilizan, los podemos utilizar en los colegios, y cuando no se usen en los colegios, los va a utilizar Protección Civil», explicó Pastor.