Las catas previstas en el vertedero de Befesa en el valle de Escombreras han comenzado esta semana con el objetivo de esclarecer si la empresa gestionó de forma indebida residuos tóxicos en sus instalaciones. Según notificó la dirección general de Calidad y Evaluación Ambiental, las excavaciones son las previstas en el emplazamiento de la compañía según el programa de actuaciones previsto y conforme aconsejaban los resultados de la magnetometría (técnica basada en la medida y estudio de las variaciones del campo magnético terrestre para localizar objetos) llevada a cabo con anterioridad por la empresa.

Según las fuentes consultadas, está previsto que se lleven a cabo un total de 27 catas en los lugares definidos y bajo la supervisión de los inspectores de la Dirección General. De todas ellas, a día de ayer ya se habían desarrollado cuatro, por lo que las estimaciones de la consejería de Medio Ambiente es que la ejecución del resto se prolongue durante cinco o siete días, lo que llevaría a estar trabajando en el vertedero de Escombreras toda la semana.

Las prospecciones obtendrán un material que una vez extraído en las catas se remitirá a un laboratorio de ensayos acreditado con el objetivo de que se lleve a cabo su análisis y posterior caracterización. Este procedimiento supondría esclarecer si existe algún material tóxico enterrado en el suelo de las instalaciones.

Siete meses cerrados

La situación de Befesa continúa siendo la misma desde hace siete meses, cuando la Consejería decretó el cierre cautelar de la compañía en Cartagena para investigar un presunto enterramiento de residuos tóxicos, según una investigación iniciada a finales de 2014 por la Guardia Civil tras la denuncia de un extrabajador de una contrata de la compañía.

Desde la empresa han indicado que confían en que estas pruebas, que son las últimas del programa de actuaciones propuesto por el Departamento regional, sirvan para confirmar que los residuos se trataron conforme a la ley.