El Museo Regional de Arte Moderno de Cartagena (MURAM) se quedará tal y como está actualmente. La consejería de Cultura renuncia a la ampliación que lleva años anunciando en un solar anexo al Palacio de Aguirre, que acoge las instalaciones culturales en plena plaza de la Merced de la ciudad portuaria. Y es que dicho solar forma parte del primer lote de inmuebles y terrenos que pretende vender la Comunidad Autónoma para recaudar dinero, y no otro solar junto al Museo de Bellas Artes de Murcia (MUBAM¡), como publicó ayer esta redacción por error.

Se da la circunstancia de que el Gobierno regional quiere sacar a subasta este terreno, pegado al MURAM por la calle San Diego, por dos millones de euros, informaron fuentes de la consejería de Hacienda. Y el propio Ejecutivo murciano lo compró hace poco más de dos años por 2,6 millones de euros al promotor y constructor cartagenero Alfonso García.

Sin embargo, si importante puede ser la pérdida económica, también lo es la cultural. Y no únicamente porque el Museo Regional de Arte Moderno pierde la posibilidad de duplicar su espacio para exposiciones y otras actividades, también se pone en riesgo el que este edificio cultural albergue la colección Marifí Plazas, compuesta por cerca de cuatrocientas obras de artistas como Tapies. Dalí o Miró, entre otros españoles del siglo XX.

A este respecto, cabe señalar que el propietario de la colección, Fernando Gallego, esposo de la fallecida que le da nombre al conjunto de obras, puso como condición para ceder los cuadros al MURAM que se llevara a cabo la amplicación anunciada, con el fin de que hubiera espacio en el que estuvieran expuestas dignamente.

Tras muchos años de negociaciones entre el Gobierno regional y Gallego, el museo se abrió en 2009 sin esta colección y a la espera de que se ampliara para poder acogerla. De hecho, ese mismo año se adquirió el solar para llevar a cabo la construcción del nuevo edificio que acogiera las pinturas. Incluso se adjudicó el trabajo al arquitecto Martín Lejarraga. Dos años más tarde, y ante la crisis económica que ahoga a las Administraciones, el Gobierno regional renuncia a la ampliación y con ello, quizá también a la colección Marifí Plazas. Esta redacción trató de contactar ayer con Fernando Gallego, sin éxito.