Pocos artistas pueden presumir de aunar humildad y unas cualidades musicales innatas como las de Alicia Keys, que se graduó en el conservatorio con 16 años y fue la mejor de su promoción. Considerada por muchos la reina actual del rhythm and blues, esta cantante y compositora neoyorquina acumula éxitos en todos sus proyectos.

El último, Girl on Fire, es su quinto disco de estudio, y aparece tres años después de The Element of Freedom. En este lapso, la autora de Fallin´, No One o If I Ain´t Got You se ha casado con el rapero y productor Swizz Beatz, con quien ha tenido su primer hijo, Egypt. Keys firma ahora su obra más introspectiva. La ganadora de 14 Grammy se ha rodeado esta vez de artistas clásicos y actuales que han ampliado su abanico de sonoridades. Maestros de la producción como Babyface y Jeff Bhasker, figuras como John Legend y Bruno Mars han participado en Girl on Fire.

El primer single "es una canción sobre el descubrimiento de la voz y la confianza en la intuición y en uno mismo", confiesa. Amante declarada del flamenco, ha grabado dos remezclas del tema, una de ellas con la vigorosa participación de Nicki Minaj. En el disco no faltan las baladas acompañadas de su piano como Brand New Me y la emotiva Not Even the King, coescritas junto a la revelación escocesa Emeli Sandé. Sobre su aperturismo estilístico es categórica: "Quiero seguir viviendo intensamente. Romper las cadenas que puedan retenerme, reconstruir los pensamientos limitantes y abrir aún más mi corazón".