Ha pasado el tiempo en el que los jóvenes al ser preguntados por su futuro profesional optaban por ser funcionarios. El deseo de un puesto de trabajo estable, un salario suficiente y adecuado, y un horario de trabajo flexible que permitiera compaginar el empleo con otras actividades ha sido sobrepasado por la intención de crear una empresa. Esto se pone especialmente de manifiesto en el caso de la Región de Murcia.

En el reciente estudio Young Business Talents de 2017, sobre más de 1.460.000 entrevistados de 15 a 21 años, los jóvenes murcianos eran los que tenían un mayor espíritu emprendedor de toda España. El 40,22% de los encuestados murcianos muestran deseo de fundar una empresa, frente a un 32,81% que preferirían ser funcionarios.

En mi opinión, esta gran iniciativa emprendedora de nuestros jóvenes se debe principalmente a dos factores. Primero, los datos positivos del crecimiento de la economía de Murcia, que ha llevado a considerarla como uno de los principales motores del crecimiento económico español (se pone de manifiesto en que la producción de Murcia durante 2016 creció el 4%, frente a un 3,2% de España).

Segundo, llama la atención el activo y emprendedor carácter del murciano que está dispuesto a asumir riesgos con tal de experimentar la satisfacción de ver cómo su proyecto personal crece con éxito. Esto se materializa en nuestra Región que lidera la creación de empresas en España en los últimos doce meses en más de un 9,1% (datos del Instituto Nacional de Estadística, 2017).

Todo ello realza la importancia de la formación en los diversos ámbitos para estar preparado para ese momento crítico de fundar una empresa.

Se ve claro en el último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo 2016 que destaca que el paro de los graduados españoles es de 10,9%, cuando para toda la población española es del 17,2 % (problema especialmente grave para los jóvenes menores de 25 años donde casi la mitad está en paro).

Además de formación, el joven emprendedor se puede beneficiar de ayudas institucionales actuales tales como las prestadas por organizaciones como la Empresa Nacional de Innovación (ENISA) y, a nivel regional, el Instituto de Fomento de Murcia o la Asociación de Jóvenes Empresarios.

En definitiva, los jóvenes murcianos, impulsores de la economía a través de la creación de una nueva empresa con la ayuda de su formación y del apoyo de diversos instrumentos institucionales, garantizan el porvenir positivo de la economía murciana. Esto ayuda a la cada vez mayor intensidad competitiva empresarial propulsada por nuevas generaciones, más formadas y dispuestas a adoptar riesgos superiores en este mercado creciente, globalizado y con mayor rivalidad.