La riqueza cultural de la Región de Murcia es inmensa. Las tradiciones, las fiestas, la historia que arranca más allá de la edad del bronce, la arquitectura y también la minería.

Hace poco más de un año, el cronista de la villa, Mariano Guillén, me explicaba que Mazarrón debe su nacimiento a la minería. Me sorprendió que desde la Edad de Bronce, hasta hace unas pocas décadas, la minería ha tenido un lugar predominante en la economía de Mazarrón, siendo el momento de mayor esplendor en las últimas décadas del siglo XIX. Posiblemente, a la mayoría de ustedes también les habrá sorprendido que el origen y desarrollo municipio de Mazarrón está ligado a la minería, como también que históricamente esta localidad, junto a La Unión y Cartagena han sido el foco minero más importante de la Región. Pero, no somos los únicos que desconocen el origen y los vínculos de la minería con Mazarrón. Casi el 75% de los mazarroneros desconoce, al menos eso se deduce de una reciente encuesta, que la minería fue la causa de la independencia y fundación de Mazarrón.

Existe desarraigo y escasa cultura minera de los mazarroneros y mazarroneras. Mazarrón es un municipio que desconoce su pasado minero. Quizás por ello la presión vecinal ha sido hasta ahora escasa. Y también, porque no decirlo, ha existido desinterés político de los sucesivos gobiernos municipales. Es por esto que trabajos como el de Javier Martínez Martínez sobre Situación patrimonial de las minas de mazarrón: análisis y posibilidades, en el documento mi intervención el pasado viernes en el Pleno de la Asamblea Regional, y los de Mariano Guillén, cronista de la villa, o el hecho de llevar una moción al Parlamento, tienen enorme importancia para informar y sensibilizar a vecinos y gobernantes sobre la transcendencia de este tema.

Como dije, el pasado viernes debatimos en la Asamblea Regional una moción del Grupo Parlamentario Socialista sobre la patrimonialización de las minas de Mazarrón como recurso turístico cultural, imprescindible en el desarrollo de Mazarrón y la Región de Murcia. Lo hicimos con un doble objetivo: contribuir a poner sobre la mesa el tema y apelar a las conciencia ciudadana y fundamentalmente del Gobierno Regional. Y para desterrar, definitivamente, la vuelta a la actividad industrial, ya que el 5 de junio de 2014, la dirección general de Industria, Energía y Minas, dictó resolución que abría la puerta a su posible reapertura casi siete décadas después de su cierre, pese a la voluntad ciudadana de mantenerlas clausuradas.

Resulta incomprensible que poco antes, el 15 de octubre de 2008, el Boletín Oficial de la Región de Murcia declaró Bien de Interés Cultural como sitio histórico a la zona minera de San Cristóbal-Los Perules. Es decir, una dirección general del Gobierno declara este lugar minero como Bien de Interés Cultural, y otra dirección general abre la puerta a la explotación de estas minas. Esta contradicción demuestra la desconexión y descoordinación entre distintos departamentos del Gobierno regional. Además, desde la declaración de Bien de Interés Cultural las agresiones al patrimonio cultural han sido constantes. Han desaparecido las jaulas de Santa Ana o la mayor parte de aperos del pozo de San Simón. Es inadmisible la dejación de funciones que han ejercido los propietarios, con la complicidad del Gobierno regional. La Ley de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia exige a los propietarios de bienes integrantes del patrimonio cultural la obligación de conservarlos, custodiarlos y protegerlos para asegurar su integridad y evitar su destrucción o deterioro. Y a la Administración regional la obligación de velar para garantizar la conservación de los valores que motivaron su protección. Ni lo uno, ni lo otro. Ni los propietarios han hecho nada para conservar este patrimonio cultural, ni el Gobierno regional ha hecho nada para velar por su conservación.

Es inaplazable la patrimonialización de la minas de Mazarrón. Lo es porque se trata de una deuda de esta generación con la historia del municipio, porque las minas tienen un potencial didáctico y turístico enorme y porque el 95% de los mazarroneros y mazarroneras así lo quieren. Tal y como se aprobó por unanimidad en la Asamblea Regional el pasado viernes, el primer paso es erradicar para siempre la actividad minero-industrial. Seguidamente, con la máxima urgencia, obligar a los propietarios a que pongan los medios técnicos necesarios para evitar el expolio y el deterioro del que está siendo objeto este paraje, e incluso, llegado el caso, la ejecución subsidiaria por parte del Gobierno regional y si es necesario la expropiación de la propiedad.

Paralelamente, el Ejecutivo autonómico debe trabajar en la redacción de un Plan Director para el desarrollo de un parque temático en el núcleo de los Cabezos de San Cristóbal-Los Perules. Un parque temático en torno a la minería, que tenga por objetivo comprender el origen y desarrollo del municipio, y se convierta en un foco de atracción de turismo que ayude a desestacionalizar una oferta turística basada casi exclusivamente en el sol y la playa. Ejemplos exitosos hay varios en la Región, como por ejemplo el Parque Minero de La Unión que visitan más de 30.000 personas cada año desde 2010 en que se inauguró. En España los más importantes son: el Parque Temático de Riotinto en Huelva con casi 100.000 visitantes cada año, y el Parque Minero de Almadén en Ciudad Real inaugurado en el año 2008.

Cuando visité las minas de Mazarrón tuve sentimientos contradictorios, de sorpresa y emoción, pero también de decepción y rabia. Me dijo Mariano Guillén, cronista de la villa, que ese es el sentimiento de la mayoría de personas que las visitan. Les recomiendo que visiten las minas para ver, sentir y convertirse, como yo lo hice, en un activista en defensa de un patrimonio cultural que ha marcado la historia de este municipio y de la Región de Murcia.