Según informan diversas fuentes, y nunca mejor dicho, desde Barcelona, la capital catalana y otras ciudades de la misma región como Vic, Gerona, Lérida, Reus o Manresa sufrieron el pasado domingo por la noche graves inundaciones. También se vieron circular aguas extrañas en el despacho del presidente de Extremadura, Fernández Vara, y en los diversos chalés del expresidente Zapatero. En la ciudad de Barcelona, en concreto, se produjeron desbordamientos del alcantarillado y grandes riadas que, desde la Fuente de Canaletas, arrasaron toda la zona de costa de la ciudad. Lo extraño del acontecimiento es que dichas aguas estaban saladas, como si fueran lágrimas. El Palacio de la Generalitat, el Ayuntamiento y, sobre todo, las sedes de la Asamblea Nacional Catalana, del Òmnium Cultural, de Esquerra Republicana, de Pos-demos-porsac-to-el-que-podem y del partido político CUP se vieron gravemente afectadas por los desbordamientos y por graves ataques de tiña.

Ante la rareza del fenómeno, el Centre de Recerca de Nova Història ha decidido investigar el caso y ha apuntado ya una hipótesis acerca de las razones del suceso. Se trataría, en efecto, de lágrimas producidas por los llantos de los catalanistas tras la consecución de la duodécima copa de Europa por el Real Madrid, el equipo de los colonos y los opresores centralistas. Incluso parece que a ello habrían podido contribuir también las lágrimas vertidas, pero de risa, por el millón de catalanes seguidores del Real Madrid en la región. Sin embargo, todo se debería a un penoso equívoco, una gran mentira, otra más de las maniobras que desde el Estado se habrían puesto en marcha para destruir la moral de victoria del movimiento soberanista, cuyo triunfo final se acerca, y que cobrará nuevos impulsos cuando el próximo domingo, desde Monjuich, el pueblo escuche el manifiesto por la independencia en boca de ese hombre santo que es Pep Guardiola.

Y así, de la misma manera que el Centre de la Nova Història ha descubierto que Cervantes (de los turroneros Servent) y Santa Teresa de Jesús, además de Colón, Leonardo da Vinci, Erasmo, el juglar del Cid o Fernando de Rojas, eran catalanes, y que tanto el Quijote como el Lazarillo estaban originalmente escritos en catalán, y que solo el temor a la Inquisición, ya entonces en manos de un tal Raxoy, les había llevado a publicarlos traducidos al castellano, así hoy este centro de estudios está en condiciones de afirmar que la final de la última copa de Europa ha constituido una impostura, porque el equipo que la ganó fue un equipo catalán, cuyos jugadores eran todos catalanes. Cristià Ronalt es catalán. Y también lo son Sergi Rams, Lluch Modrit, Marcel.lo, Karim Ven-demà, Francesc Alarcò, Marc Asensi y Carles (dígase CarlAs, si us plau) Enric Casemiret, por poner algunos ejemplos de cómo la opresión españolista ha obligado a cambiarse los nombres a los futbolistas catalanes.

Más aún, el Real Madrid es un equipo catalán, y debería llamarse Reial de Maderit, ya que la ciudad, Maderit, fue siempre una posesión catalana que Felip II arrebató a la Corona Catalana en castigo por acoger a su secretario traidor Antonio Pérez, Antoni Pèret en su partida de nacimiento, que tuvo que castellanizar su nombre para poder ascender en la corte, igual que Florentí Pèret, president del club català disfrazado de español.

Así, pues, ha concluido el portavoz de la institución, España no ha ganado nunca una Copa de Europa, pues todas las copas del Barça y del Reial de Maderit son catalanas. Y el mar de lágrimas causadas a Cataluña, una vez más, por el centralismo, se debe a los engaños, manipulaciones y trapacerías del Estado ´oprimente´. No obstante, hay ya en marcha una nueva investigación para demostrar que el Estado también es catalán. Y a ver quién se atreve a desmentir eso.