Será porque cada vez están más de moda las series de intrigas y tejemanejes en política, pero la sucesión en el sillón de la alcaldía de Cartagena se ha convertido en una telenovela con capítulos diarios, en los que sus protagonistas logran mantener la tensión que garantiza el enganche y seguimiento. Porque no me digan que no está entretenido el asunto. Podemos reprocharles muchas cosas a nuestros políticos, pero no que nos tengan aburridos. Además, para la prensa es un chollo, porque le ofrecen material de forma constante en esa pugna por desacreditar al contrario en busca del titular de portada. Quizá sea de eso de lo que se trata.

Como en toda buena serie de culto que se precie, los protagonistas de nuestro thriller político cartagenero están muy bien definidos. Las dos estrellas principales son el actual alcalde de Movimiento Ciudadano, José López, y la número dos del Gobierno municipal y vicealcaldesa, Ana Belén Castejón, del PSOE. Según el famoso pacto de la servilleta firmado hace dos años, el relevo en la alcaldía debe producirse en breve. Castejón tiene que hacerse con el bastón de mando en junio. Supongo que estará ilusionada, deseando que llegue el día, porque entiendo que ser alcaldesa de tu ciudad debe ser motivo de orgullo y satisfacción, aunque en su caso, parece que quieren estropeárselo o, al menos, que no lo disfrute del todo.

Haré las cuentas por enésima vez para no perdernos. El pleno municipal lo componen 27 concejales: 10 del PP, 6 del PSOE, 5 de MC, 3 de Ciudadanos y 3 de CTSSP (Podemos). Para ser elegido alcalde se necesita la mayoría absoluta y, por tanto, el apoyo de 14 ediles. López se situó al frente del Ayuntamiento hace dos años con el respaldo de sus cinco concejales, los seis socialistas y los tres de la filial podemita. Y estos últimos, que no firmaron ningún pacto, o los tres de Ciudadanos son la clave para erigir a Castejón como alcaldesa. Estoy convencido de que la lideresa del PSOE en Cartagena y su equipo se están moviendo hasta el agotamiento para hacerse con los votos necesarios, mediante una negociación en los despachos, lejos del ruido mediático. Eso sí, no exenta de los nervios propios de lo que se está tratando. En los últimos meses, sólo recuerdo una vez en la que Ana Belén Castejón ha comentado esta cuestión. Lo hizo para asegurar que ya había hablado con el alcalde y su equipo del relevo y que todo se desarrollaría sin espectáculos. Fue un intento fallido de transmitir una buena sintonía completamente inexistente entre los socios del Ejecutivo local. Lo evidencian las continuas declaraciones del alcalde sobre este tema.

Primero, López y su partido presionan con el envío de un burofax en el que reclaman al PSOE que les comunique los apoyos que tiene de otros partidos para conseguir la Alcaldía. Unos días más tarde, desmiente a Castejón al negar que hayan hablado oficialmente ni con él ni con su equipo y añade en evidente referencia a su compañera de Gobierno que él no necesita ser vicealcalde. Y esta semana, anuncia que ante la cercanía del relevo y, debido a que desde el PSOE no responden a su burofax ni les convocan a ninguna reunión, son ellos, los de MC, los que van a reunirse con CTSSP y Ciudadanos para conocer directamente si le dan su apoyo a los socialistas.

No creo que López esté nervioso por perder el sillón de alcalde dentro de unos días, aunque cualquiera diría al ver la actitud y las reacciones de su partido que son ellos los que tienen prisa para que Castejón ocupe el puesto ya. O más bien de lo contrario. La falta de apoyo de CTSSP y Ciudadanos serían la excusa y la oportunidad perfecta para que López siguiera al frente. Si el PSOE no logra el respaldo que precisa y López no dimitiera, la alternativa sería una moción de censura. ¿Quién la presentaría? ¿Quién la apoyaría? Si la presentara el PP, necesitaría los votos del PSOE, porque los de Ciudadanos no serían suficientes y sería un milagro que le respaldara CTSSP. Y si la presentara el PSOE, sería imprescindible tener el apoyo de los ediles populares. ¿Se lo darían con tal de evitarse al actual alcalde? Castejón, bien aconsejada, se mantiene en silencio, o mejor dicho, se aguanta las muchas ganas que tendrá de hablar, consciente de que ignorar las provocaciones es su mejor estrategia.

No me digan que no hay emoción, que no está interesante, que no engancha. Probablemente, sí, pero mientras tanto, dejamos escapar quince millones de euros de fondos de la UE para el casco antiguo y recuperar el Anfiteatro, entre otras inversiones, o hacemos perder el tiempo a un Papa ocupado en la paz y el hambte en el mundo con nuestras disputas sobre el traslado de la sede episcopal. Lo peor es que en el caso de que, al final, Castejón logre apoyos y llegue a la Alcaldía, ya han quedado al descubierto las pésimas relaciones entre su partido y el del actual alcalde. En ese ambiente tan ideal tendrán que gobernar nuestra ciudad. Y con una oposición del PP más ocupada en criticar desde un papel secundario que en arreglar las cosas. Que la Madre de nuestras cuatro cofradías, cuyas agrupaciones se hermanan esta tarde en la Iglesia de Santa María, nos proteja e ilumine a nuestros representantes públicos.

¿Cuál será el próximo capítulo? ¿Cuántos millones de euros perderemos la próxima vez? Será culpa de Murcia, que nos roba. O eso dice nuestro alcalde.

Continuará...