La gala de los Goya se celebró en una noche que consagró a Raúl Arévalo como una realidad en esto de dirigir películas-pese a ser un novel- con su thriller ´Tarde para la ira´(que por cierto vuelve a estar en las salas). La salud de nuestro cine mejora año a año. En 2016, 18 millones de personas de los 100 que fueron a las salas de cine eligieron una película española y en cinco de los últimos seis años, el largometraje más taquillero del año ha sido español. Otro dato que tendría que invitar a la reflexión a nuestra clase gobernante responde a lo recaudado por el cine y a lo invertido en el mismo. Mientras que nuestras salas recaudaron en 2016 más de 605 millones de euros, reportando al Estado 105 en IVA, el presupuesto para cine fue de 77 millones. La Administración ingresó 28 millones más de lo gastado en el séptimo arte. Cada euro que se invierte en cine se duplica en recaudación para el Estado. Es importante que se apoye a nuestra industria cultural, no sólo porque es un sector rentable sino porque nuestra cultura marca la identidad de un país. La única manera de que una sociedad progrese es a través de su cultura. Es la imagen que proyectamos al mundo y uno de los mejores escaparates para que vengan a conocernos, algo que sigue ignorando la clase política.