Cartagena es maravillosa. Cartagena mola. Cartagena me pone. Aprovechando los días de descanso semanales que de vez en cuando nos otorgamos los ´curritos´ -también los ´juntaletras´ merecemos ese guiño laboral- el pasado domingo cogí coche y esterilla para ir a La Manga, zona cartagenera para más señas, urbanización Las Sirenas para no errar el tiro. No crean que fue a las diez de la mañana, no. Los días de descanso están para eso mismo, y la hora de salida estuvo cercana a la una de la tarde. El verano ya pasó y el otoño parece que quiere entrar, pero mi ciudad se rebela y, de momento, nos regala algunos días más de sol -puede que se conviertan en semanas e incluso en meses-. Al llegar, un lujazo. El agua estaba espectacular, pequeñas olas de esas sobre las que se puede bodysurfear y recordar tiempos mozos. Bañistas, los justos. Lo dicho, un espectáculo de día para disfrutar de nuestras playas y nuestro clima. Lo único malo, la comida ´eterna´ en un local mítico de la zona. ¿Tenéis plan para el finde que viene? Yo, sí.