Si en fútbol dos y dos fueran cuatro, el futuro estaría determinado. Por suerte, no es así. Las posibilidades que se ofrecen son tan extraordinariamente opuestas como pudiera imaginarse. Así: En el minuto 87, De Gea hace un paradón a remate de Perisic y mantiene el empate en el marcador. España, de primero, se enfrenta a Portugal, tercero de su grupo y sin ganar ningún partido. Vence España con gol de algún delantero. En Cuartos, España elimina a Polonia en la tanda de penaltis por 4-3. En semifinales, Gales „revelación del torneo„ cae ante España por 2-0. Francia-España es la Final. Todos los medios deportivos ponen por las nubes al equipo y a Del Bosque. Tal hubiera sido la euforia si el tal Perisic hubiera sido un tuercebotas y no un virguero. Circunstancias de Ortega (i) Gasset que me abruman.