Del tablero de ajedrez usado en la política española en los últimos 35 años al más divertido y versátil parchís en el que, junto a los tradicionales azul popular y rojo socialista, se han colado los colores naranja ciudadano y morado podemita. Porque esto es en esencia lo que está previsto (encuestas, politólogos, analistas, periodistas, opinadores y el sursuncorda mediante) que suceda esta noche cuando termine el recuento de los millones de votos que los españoles depositaremos en las urnas.

De esto se trata hoy, de ir a los colegios electorales para participar en un acontecimiento histórico, que marcará un punto de inflexión cuando en el futuro se analice la política española. Nuestra Región no es ajena a esta transformación y, a estas alturas, ya nadie pone en duda que los 10 diputados que hoy elegiremos influirán notablemente en la política de la Comunidad Autómona, donde disfrutamos ya de las cuatro formaciones que se proyectarán desde mañana en el Congreso.

Los partidos políticos tienen ya redactados distintos argumentarios ante las diferentes posibilidades que se pueden dar en la noche electoral. Hasta ahora, casi todos ganaban y solo había un perdedor aparentemente claro. En esta ocasión será distinto: habrá más de un derrotado que deberá asumir el cambio en las reglas de juego. El escenario apasionante que se abre esta noche ayudará a fortalecer nuestra democracia, que lleva casi tres décadas abonada al bipartidismo, que hoy parece a punto de despedirse, de momento para los próximos cuatro años, que servirán para comprobar si esta nueva distribución de escaños mejora lo anterior.

El discurso que se escucha es el del ganador del Oscar o del Goya (lo mismo vale para cualquier otro galardón), pero siempre me ha parecido mucho más interesante lo que tenían que decir los perdedores ante el trance que supone rozar la gloria y caer al abismo en el mismo segundo de existencia. Por desgracia, me quedo con las ganas de conocerlo, aunque esto no evita que deje correr mi imaginación.

Probablemente esta haya sido la campaña que más interés ha despertado entre los españoles de los últimos veinte años. No tengo, evidentemente, un estudio pormenorizado, pero creo que la política ha vuelto a interesar a nuestra sociedad, tal y como he podido comprobar en mi círculo de amistades y familia. Eso sí: un simple vistazo a las hemerotecas nos permite, no obstante, confirmar, que en anteriores comicios los candidatos se arrearon con la misma virulencia y el mismo entusiasmo que en esta ocasión.

Espero y confío en que la jornada transcurra con la tranquilidad prevista y, sobre todo, que gane España con la decisión de todos.