En los libros de historia las grandes hazañas siempre vienen precedidas por el surgimiento de poderosos liderazgos o el desencadenamiento imprevisto de acontecimientos extraordinarios. Desde ese punto de vista, ninguno de esos libros dará posiblemente cuenta de lo que viene sucediendo en Santomera en los últimos cuatro años, de una convergencia fraguada a fuego lento y desde el sentido común, sin tomas de bastillas ni líderes carismáticos. Alumbrada para más señas en los momentos más tenebrosos de nuestra reciente historia contemporánea, aquellos tiempos en los que el caciquismo se paseaba imperioso por la Región de Murcia, sin que nadie osara toserle.

La ciudadanía se desayunaba cada día con las mismas corruptelas que los periódicos nos servían hasta ayer: consejeros y alcaldes imputados, espacios protegidos en el punto de mira de la especulación y unas cifras del paro a las que ni siquiera los mejores malabaristas podían poner ilusión. Empresarios como Ángel Fenoll, condenado este verano a 35 años de cárcel, se paseaban por Santomera 'comopedroporsucasa' y hacían y deshacían con gran notoriedad. No problem, keep calm. Los caciques se iban a la cárcel entre aplausos y sus delfines no perdían ni un gramo de apoyo popular.

Y, sin embargo, algo bullía en el ambiente, un malestar todavía indefinido pero tan real como la democracia que nos querían robar. Al largo invierno de 2011 le siguieron al menos siete primaveras, siete días eternos hasta las elecciones municipales y autonómicas del 22M, en los que la juventud de este país dijo basta para siempre y le puso fecha de caducidad a la democracia tutelada del 78. Mientras en Madrid se articulaban grupos como Democracia Real o Juventud Sin Futuro, en nuestro municipio un grupo de personas decidimos impulsar un espacio municipal donde movilizar políticamente la misma rabia compartida: nacía el Movimiento por Santomera, una pata básica de esta Alternativa plural. Nadie dio la señal de inicio. Aquella primavera fue una gran demostración del potencial telepático de la indignación y el poder de la inteligencia colectiva.

Si algo nos hizo diferentes fue tan solo la voluntad decidida de querer participar en la vida política municipal. La conciencia de que eran las instituciones el escenario principal desde el que se dirigía el saqueo de nuestros recursos comunes y el secuestro de los valores democráticos que decían representar. Para eso surgió Alternativa, para convertir los plenos municipales en un frente de batalla, uno más, y proporcionar a nuestros vecinos un recurso fundamental: la información que nos negaban como ciudadanos sin representación. En estos últimos cuatro años nuestra lucha ha consistido precisamente en eso, en llevar a cada casa por todos los medios a nuestro alcance la realidad vergonzosa de nuestro Ayuntamiento, los datos del despilfarro de nunca acabar: salarios arbitrarios camuflados como primas de productividad; desembolsos injustificados en obras y servicios que solo alimentan su red clientelar; subidas de impuestos destinadas a tapar agujeros como butrones, fruto de una década de mala gestión... Indignados e informados, ahora tenemos la potencia pero también el control.

En esta plataforma ciudadana convergen en coalición partidos políticos como el Movimiento por Santomera, Izquierda Unida y Equo , pero también una mayoría de ciudadanos sin carnets. La receta de la convergencia no tiene secretos. Una persona, un voto. Asambleas transparentes, abiertas a la participación vecinal y convocadas en lugares públicos y horarios accesibles.

Como plataforma en la oposición funcionamos desde el primer día como un embrión de esa Santomera asamblearia y participativa que nos esforzamos por hacer nacer.

El mejor reflejo de esta trayectoria lo constituyen las primarias que celebramos el pasado fin de semana. A ellas concurrieron miembros de las distintas organizaciones políticas que forman parte de Alternativa, pero también ciudadanos independientes significados tanto o más que los anteriores por su compromiso social, gente corriente que en los últimos años y como tantos otros millones de personas ha decidido alzar su voz y dar un paso adelante para estar junto a los afectados por la estafa inmobiliaria, con las víctimas de la violencia machista, con los olvidados por el sistema escolar... gente corriente que aún quiere dar un paso más y sueña con asaltar los cielos para atajar la grave crisis económica y humana en la que nos encontramos y hacerlo desde la raíz.

Ni en las formas ni en el fondo. No podemos parecernos a los que nos han traído hasta aquí, al borde de la bancarrota económica y moral.

Mientras los partidos de la vieja política nos exigen un cheque en blanco a unas listas cerradas, decididas en el mayor de los secretos y a muchos kilómetros de aquí, Alternativa dio a todos los vecinos del municipio el poder de configurar su lista para las próximas elecciones municipales, un llamamiento al que respondieron 242 personas. No busquen imputados en ella porque no los encontrarán. Cuando las decisiones las tomamos entre todos es imposible no acertar.

Aquí no hay ninguna hazaña digna de los libros de historia, es verdad. La historia de Alternativa se contará si acaso en otro formato más familiar, el de los corrillos que toman el fresco en verano al caer la tarde, entre pipas y granizao. «Aquí había unos caciques que se creían que esto era suyo, hasta que nos juntamos todos para echarles un pulso y entonces...».