En plena refriega de su contencioso con el D'Angelo, Santiago Segura ha escrito en su perfil de Twitter lo siguiente: «Bromas aparte, que un proxeneta buscando publicidad te denuncie por incumplimiento de contrato y una jueza le dé la razón es triste». Está claro que el casting de Torrente 5 „más rima„ ha arrancado con un detective avinagrado que te cagas. Pero por mucho que se esfuerce el irredento personaje en sobresalir como un individuo sin escrúpulos, hoy no lo tiene fácil. Cuando se ataban los perros con longanizas hacerse el sucio quedaba incluso simpático, de ahí que la saga haya tenido un recorrido lustroso en seguimiento hasta registros con los que ni sus inductores habrían soñado. Pero acaban de partir los currantes del Centro de Autistas de Alicante hacia Valencia para cubrir por segunda vez la distancia a pie y concluir con una vigilia en la víspera de Nochebuena obsesionados con el modelo de financiación y clamando por los impagos. Así que el que, por el incumplimiento de contrato de Amiguetes Entertaiment, D'Angelo no haya obtenido la publi de que el local es un lujo asiático en boca de Paquirrín, cuenta con pocas posibilidades de impactar en la opinión pública por mucha razón que le asista al club de alterne. Bastante más delito tiene que al actual ministro de Economía se le llenara la suya recomendando a los clientes que no se lo pensaran a la hora de adquirir cuotas participativas y que esté ahí sin que nadie le obligue a limpiársela. Todavía puede salir beneficiado este sinvergonzón ocurrente de Segura puesto que tiene prevista la nueva entrega para la primavera de 2014 y, según Montoro, otro que tal baila, entonces estaremos mejor que queremos y el que quiera podrá recrearse con ese tipo casposo sin preocuparse de tantos como se han salido de la pantalla. Y hacerse unas pajillas.