Luis Bárcenas declaró ante notario el 14 de diciembre del año pasado que fue responsable de 1994 a 2009 del control de los "donativos" al PP y de los "perceptores de fondos" de la formación junto al entonces tesorero del partido, Álvaro Lapuerta.

Bárcenas, que ejerció como gerente del partido cuando Lapuerta era su tesorero, declaró de forma textual "que ha sido responsable, junto con Álvaro Lapuerta Quintero, del control de los ingresos y gastos del epígrafe Donativos del Partido Popular entre los años 1994 y 2009".

Según detalla el último informe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) entregado este miércoles al juez del caso Gürtel, Pablo Ruz, en dicha acta notarial el extesorero del PP afirma que esta "cuenta analítica refleja exclusivamente los ingresos obtenidos en concepto de donativos y su correspondiente aplicación en concepto de gastos".

Añade que el correspondiente soporte documental de esta cuenta estaba visado por él y Lapuerta "como responsables de la utilización de dichos fondos y reflejando con detalles los nombres de los donantes y los perceptores de fondos".

La Policía introduce esta información durante el análisis de los fondos millonarios que poseyó Bárcenas -nombrado tesorero del PP en 2008- en Suiza, un extremo del que deberá dar el próximo lunes explicaciones al juez Ruz.

Estrategia de protección

Bárcenas además, diseñó una "estrategia de protección de su patrimonio en el exterior frente a posibles intervenciones judiciales" tras su implicación en el caso Gürtel en febrero de 2009, según afirma la Policía en un informe en el que analiza el patrimonio que acumuló en Suiza el exsenador.

En el documento, de 213 páginas, la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de la Policía Nacional analiza de dónde pudieron provenir los hasta 22 millones de euros que Bárcenas llegó a tener en cuentas en Suiza, y también analiza lo que hizo el extesorero después de verse implicado en el caso de presunta corrupción.

En cuanto a esto último, indica que a partir del 6 de febrero de 2009, día en que se inició la operación policial contra la trama de Francisco Correa, y del día 23, cuando se vinculó en un informe a Bárcenas con la red Gürtel, el exsenador popular puso en marcha una serie de actuaciones para ocultar su patrimonio a la justicia.

Persiguiendo este objetivo, Bárcenas llevó a cabo, según la UDEF, una serie de "acciones para ocultar la existencia de fondos depositados en la cuenta" del Dredsner Bank donde tenía su fortuna. Bárcenas liquidó su cartera de inversión y diversificó su patrimonio mediante transferencias de fondos, "encubriéndolo todo como inversiones en proyectos económicos (empresa de producción agrícola en Argentina y de maderas preciosas en Brasil) e inmobiliarios".

Así, el informe explica que días después de su implicación en Gürtel, el 20 de febrero de 2009, el extesorero del PP Ángel Sanchís -que se dio de baja del partido en 1990 tras su implicación en el caso Naseiro, relacionado con la financiación del PP- se presentó en el banco suizo con una carta firmada por Bárcenas en la que le otorgaba su representación.

Durante esa visita, Sanchís se interesó por la manera de liquidar la cartera de inversión de Bárcenas y de retirar los fondos de las cuentas, "ya sea en efectivo o mediante transferencia", destaca el informe.

"Enmascarar" el origen de los fondos

La Policía considera que con estos movimientos Bárcenas perseguía "enmascarar" el origen de sus fondos "en operaciones de inversión colectiva con otras personas", cuando, "hablando en nombre propio y de los que dice otros amigos", puso en conocimiento de la persona del banco que gestionaba sus activos que iba a invertir con varios socios y retiraría dinero de la entidad.

En concreto, Bárcenas comunicó al banco que las inversiones en Argentina y Brasil las iba a realizar en empresas pertenecientes a "su amigo" Sanchís. Bárcenas otorgó luego, el 9 de marzo, un poder a "una persona de confianza", Iván Yáñez Velasco, para "tener total libertad en la disposición de su capital en Suiza". Un día más tarde, Yáñez dio la orden de transferir un millón de euros desde sus cuentas.