Las enfermeras del Hospital Reina Sofía de Murcia quieren aprovechar cada minuto para que los pacientes ganen en salud y por ello se han propuesto no dejar que lleguen al hospital y se sienten en el sillón o en la cama hasta el día que les den el alta. Para ello las enfermeras de Cardiología han creado un ruta en la séptima planta para promocionar el ejercicio desde el mismo ingreso, siempre que el estado de salud del paciente lo permita. Se trata de aprovechar los pasillos para salir de las habitaciones y ponerse a caminar. Y para que los enfermos conozcan el proyecto han instalado un gran vinilo en el que les animan a caminar por la planta, ya que «¡es bueno para todo!», según indican.

Además, han medido las distancias y explican que hacer el pasillo andando en una única dirección supone caminar 67 metros, que llegan hasta los 134 metros si se hace el recorrido de ida y de vuelta. También les informan de que han elaborado un tríptico que pueden pedir en el propio mostrador sobre el inicio de la deambulación para saber por qué, cómo y cuándo comenzar el ejercicio físico durante el periodo de hospitalización.

El objetivo de estas recomendaciones es proporcionarles los conocimientos necesarios para favorecer la calidad de sus cuidados y les animan a consultar con un profesional sanitario ante cualquier duda.

La supervisora de la Unidad de Hospitalización Cardíaca, Maite Rabadán, destaca que las enfermeras de la Unidad de Cardiología han hecho mucho hincapié en los últimos años en la importancia de la alimentación y en llevar una dieta saludable, «pero no querían dejar de lado el tema del ejercicio físico, de ahí que se haya puesto en marcha este proyecto».

La idea es aprovechar la estancia en el hospital para que los pacientes se muevan, ya que «la caminata es un ejercicio compatible con toda la población. A todo el mundo le vale. Y así evitamos que se queden sentados en la habitación hasta el día en que se les entrega el alta», señala Rabadán. «Queremos lanzar el mensaje de que caminar es bueno para todo».

Para ello han hecho uso de imágenes con mensajes directos, además del tríptico con información más detallada para que los pacientes también sepan cuando parar, ya que no se trata de una competición y no quieren que se sientan mal, teniendo en cuenta que algunos de ellos son enfermos agudos.

Para llevar un control, el mismo folleto incluye una tabla en la que los pacientes pueden anotar sus tiempos de caminata y así tener un registro sobre su regularidad y el tiempo que dedican a esta actividad. «Pero teniendo en cuenta que antes que la intensidad, fomentamos la regularidad», subraya la supervisora de la Unidad de Hospitalización Cardíaca del Reina Sofía.

Sin colapsos

La enfermera Maite Rabadán reconoce que cuando se planteó la idea surgió el temor de que los pasillos se convirtieran en una ´procesión´ de pacientes que salían todos a caminar a la vez, «pero no ha sido así y al mismo tiempo pueden llegar a coincidir como mucho tres o cuatro personas, lo que no entorpece la actividad asistencial».

En este caso, también recuerda que se invita a los pacientes a salir a caminar en horario de tarde, ya que las mañanas en el hospital están destinadas a las habituales visitas de los médicos a los pacientes, a realizarles las pruebas que éstos han solicitado y a realizar las interconsultas. Una buena iniciativa en la que quedan pocas excusas para no salir a caminar.

Pasos a seguir

Saliendo a andar por la planta del hospital los pacientes logran bajar las cifras de azúcar y tensión arterial; liberan endorfinas que le relajan; conservan su tono muscular; se sienten más animados; alivian dolores y molestias; y consiguen dormir mejor. Para realizar este ejercicio las profesionales de enfermería les dan unas recomendaciones como:

-Comenzar la primera sesión de caminata hasta que se sienta cansado, ver el tiempo que se empleó y mantenerlo para la siguiente sesión.

-Alternar correctamente los periodos de descanso y actividad.

-Antes de ponerse de pie, permanecer sentado 10 minutos.

-Vestir con ropa que proteja su intimidad y un calzado con el que el pie esté sujeto.

-Caminar en compañía.