Barrotes cortados, celdas abiertas con un váter envejecido por el paso de los años, escombros en el suelo que se mezclan con alguna página de periódico de 1977 en la que se pueden leer ´Diálogos para besugos´, textos que seguro que servían de distracción a algún guardia de prisiones que intentaban mantener el orden o a algún preso privado de libertad por sus ideas políticas, por ser homosexual o por no levantarse al paso de una procesión. Esto es lo que podemos encontrar el pasar el portón principal de la Cárcel Vieja de Murcia, un edificio cuyos ladrillos traspiran la historia viva de una época que resultó demasiado dura y entre cuyos muros fueron fusiladas más de 500 personas entre 1939 y 1943.

El mismo paseo que realizaron ayer algunos de los ediles del Ayuntamiento de Murcia para conocer las dependencias de la antigua prisión junto al concejal de Fomento, Roque Ortiz, y los técnicos y arquitectos municipales, es la que podrán hacer los arquitectos interesados en presentar sus proyectos al concurso para la rehabilitación de este edificio que ha puesto en marcha el Colegio de Arquitectos de Murcia (Coamu), cuyo decano, Rafael Pardo, también acudió ayer a la visita.

Para ello, la Concejalía organizará el acceso de estos profesionales en pequeños grupos para que se hagan una idea de lo que encierran estas paredes antes de ponerse a trabajar sobre el papel en los nuevos usos que se le darán al edificio, proyecto para el que también se les facilitará un video por las diferentes dependencias, según adelantó ayer el concejal responsable de Fomento.

La barbería, las zonas de aislamiento, la cocina, los patios, la zona femenina de la prisión donde las presas convivían con sus hijos y donde estaba la sala de ´vis a vis´ o la escuela, donde en la pared pervive aún un dibujo con la silueta de Don Quijote y Sancho Panza, ese imaginero que quizá con sus historias permitiera a los más de 3.000 presos que llegaron a habitar la Cárcel Vieja evadirse de su día a día por unos minutos.

Las obras empezarán en 2018

Ortiz aseguró que se están siguiendo los plazos y esperan que para los meses de junio o julio se presenten los proyectos, en septiembre se elegirá a los tres ganadores y se procederá a la redacción del proyecto que resulte seleccionado para proceder a su ejecución, por lo que las obras de la primera fase se irán hasta los primeros meses del próximo año 2018. El concejal también anunció que van a mejorar las medidas de seguridad y limpieza, trabajos para los que se destinarán 172.500 euros y que «se realizarán a mano con mucha precaución, ya que no puede entrar maquinaria pesada», según el arquitecto de Patrimonio Josef Potter.

El decano del Colegio de Arquitectos hizo un llamamiento para que el proyecto no se dilate en el tiempo y dijo que «es urgente intervenir porque es un edificio que lleva cerrado 35 años, está muy deteriorado y si no se actúa pronto podemos llegar a perder la Cárcel».

Los concejales de la oposición coincidieron en que la visita de ayer fue «impactante». Begoña García Retegui, del PSOE, recordó que es un edificio grande con muchas posibilidades para que «hable la historia», mientras que Javier Trigueros, de Cs, espera que los proyectos que se presenten «deben lograr que sea un espacio de paz y defensa de las libertades». El concejal de Cambiemos, Nacho Tornel, considera que el concurso puede ser una lluvia de ideas magnífica que hay que apoyar; Ángeles Moreno, de Ahora Murcia, cree que hay dos vacíos que recuperar: la Cárcel y el yacimiento de San Esteban; y el concejal independiente Luis Bermejo apuesta por agilizar al máximo el concurso y pide que no se pierda la memoria dándole un nuevo uso.