Cáritas Diócesis de Cartagena atendió en 2015 a 81.484 personas en situación de pobreza y exclusión social en la Región de Murcia, haciendo especial hincapié en las familias y en la infancia, ya que, según un estudio de Cáritas, «8 de cada 10 personas en situación de pobreza y exclusión ya vivieron esa situación en la infancia». En palabras de José Saura, director de Cáritas Diocesana, «nos encontramos con que atendemos a los nietos de las personas que ya atendíamos». Por ello, ha explicado el secretario general diocesano, Juan Antonio Illán, que desde Cáritas se está luchando para evitar que la pobreza y la exclusión social se haga crónica y, además, se herede.

Desde la institución apuntan que, si bien comienzan a aparecer datos que indican un parón en el crecimiento de la pobreza, las cifras de la última memoria a nivel estatal reflejan, por primera vez en cinco años, una estabilización a la baja de las personas que atienden. Sin embargo, las cifras también muestran una mayor intensidad de la desigualdad.

Casi el 52% de los hogares que atienden tienen menores a su cargo, habiéndose atendido en concreto a 2.029 menores de edad. «O rompemos ese círculo o nos estamos permitiendo afirmar que la pobreza y la exclusión se heredan y eso es un verdadero drama», apunta Saura. Por ello, ante la preocupación de los menores en estos hogares, expresan la necesidad de hacer especial hincapié en la atención específica a la población infantil.

Para revertir la situación de riesgo en la que se encuentran los menores murcianos, Cáritas cuenta con 18 proyectos específicos que inciden en el apoyo del ámbito educativo, en la promoción de un ocio y hábitos saludables, y en favorecer un desarrollo psicosocial adecuado y se han invertido 1.564.659 euros.

Pero esta tarea de apoyo y cuidado de la infancia no puede entenderse sin una tarea específica de cuidado y apoyo a la familia. «La pobreza se hereda, por eso un niño de hoy que viva en pobreza, es un adulto que en el futuro vivirá en pobreza», insistía Saura.

La Memoria de 2015 refleja que el 22 por ciento de las personas atendidas en las Cáritas Parroquiales acudían por primera vez, y un 42 por ciento en los programas especializados; mientras el 44 por ciento llevan acudiendo desde hace más de tres años y un 7 por ciento a los programas especializados.

Durante el último ejercicio Cáritas Diocesana invirtió 7.451.602 euros (un 6,20 por ciento más que en 2014) en los distintos proyectos y servicios de ayuda. De estos 7 millones y medio, 4.521.935 euros (el 58 por ciento del total) proceden de aportaciones privadas (donantes, empresas e instituciones legados y herencias) y 3.233.804 euros (el 42 por ciento) de fondos públicos (Administración local, Autonómica, Central y Fondos Europeos).

Por distribución del sexo, el 62% de las personas atendidas son mujeres, mientras que el 38% de los atendidos son hombres. Una parte importante de las personas atendidas se encuentran en edades comprendidas entre los 35 y 59 años. Por otro lado, el grueso de la población atendida es inmigrante, siendo un 52% frente a un 48% de españoles. De esto se extrae que los participantes que acuden directamente a Cáritas son principalmente mujeres casadas con menores a cargo entre los 25 y 49 años, con estudios primarios y en situación de paro.