Seis agentes del cuartel de Beniaján comenzaron a ser juzgados este lunes en la Audiencia Provincial acusados de coacciones y hurto por boicotear varias veces la taquilla de un cabo y cogerle en una ocasión 70 euros que allí guardaba.

El fiscal pide para cada uno de ellos, por coacciones, dos meses de multa con una cuota diaria de 12 euros. Asimismo, por la falta de hurto, solicita un mes de multa con cuota diaria de 12 euros.

Los seis acusados se acogieron a su derecho a no declarar. Uno tras uno, fueron pasando por el micro y manifestaron que no responderían.

El cabo que asegura haber sido víctima de los hechos acudió a declarar vestido con el uniforme policial. Aseveró que jamás tuvo una discusión con los acusados y que no tenía "ningún tipo de diferencia" con los ahora acusados, y que, en el caso de que existiese, él la desconoce.

"Éramos compañeros de trabajo, pero sucedían cosas. Sospecho que no toleraban que se les hiciera cumplir con su trabajo", espetó el cabo, a lo que añadió que trasladó a la sargento de Beniaján lo que ocurría.

"Yo les transmitía a ellos las instrucciones de trabajo y supervisaba su trabajo, y eso les resultaba incómodo a ellos. Vigilaba que el trabajo lo hicieran, y lo hicieran bien", apostilló el agente.

Subrayó que "en el cuartel de Beniaján ya se veían los grupos, se veía en el ambiente", al tiempo que insistió en que "cualquier novedad" se la iba transmitiendo a la sargento, a la que presentó un total de once partes sobre la situación.

Afirmó que "inutilizaban la cerradura de la taquilla, continuamente tenía que estar viniendo Mantenimiento de Murcia". Finalmente, explicó, se decidió instalarle su taquilla en el despacho, para evitar este tipo de incidentes.

No obstante, se volvió a llevar la taquilla al vestuario, porque, declara que le dijo su superior, "tú no tienes que ir al trabajo con miedo, se va a investigar". "Yo no podía estar cambiándome en un despacho", apuntó. También hizo hincapié en que denunció la situación porque sus superiores ("la sargento, a través de ella vino la orden de Jefatura") se lo pidieron.

"No me han pedido perdón"

  • "No son bromas. A fecha de hoy, las llaves de mi casa no han aparecido, y tuve que cambiar la cerradura", sentenció el cabo. Aseguró que también le desapareció su placa y que le rompieron las botas. "A día de hoy, no me han pedido perdón", dijo.
  • Al respecto, destacó que "ellos contaminaban el ambiente, ellos no querían órdenes ni nada. Iban al cuartel a cumplir con sus intereses personales, no querían trabajar".
  • "Otros me decían: 'Cabo, yo estoy contigo. Pero no me pueden ver hablando contigo, porque me hacen un boicot'. Tenían miedo los policías a hablar conmigo, por los demás", remarcó.
  • Admitió que él estuvo presente cuando se colocaron las cámaras, y confirmó que estas se colocaron el 4 de noviembre, un sábado que a él le tocaba trabajar.

Al arrancar el juicio, el abogado del ayuntamiento de Murcia (que defiende al cabo supuestamente víctima de los hechos) intentó pedir la recusación del fiscal Campos, ya que, según argumentó, él haber sido cargo público (consejero de Justicia y Presidencia) le imposibilitaba para estar en esta causa. Dicha petición no prosperó.

Para el acto de la vista, el fiscal pide que se vean las grabaciones hechas en las dependencias de la Policía de Beniaján del 11 al 14 de noviembre de 2006, tanto de la cámara del pasillo como de la de los vestuarios. Las cintas se verán en una próxima jornada del juicio.

En este sentido, las defensas de los policías explicaron que la cámara fue instalada el 4 de noviembre, y no el 10, como afirman los denunciantes. Además, aseguran que las imágenes grabadas en los vestuarios que se facilitaron como supuesta prueba fueron cortadas.

Uno de los abogados defensores declaró, acerca de las irregularidades del proceso, que se trata del "tema más soez que hemos visto en esta Audiencia Provincial".

El fin, apunta el fiscal, era crear "un ambiente hostil y de intranquilidad" al cabo, se detalla en el documento al que ha tenido acceso LA OPINIÓN.

El juicio continuará el día 20, con la declaración de la sargento de Beniaján. Ese día también se verán las cintas grabadas de la cámara.