El grupo de teatro amateur Tejuba, el más antiguo de la Región de Murcia y posiblemente de España, celebrará dentro de muy poco tiempo su 50 aniversario. La creación de esta compañía tiene su origen en 1966, gracias a las iniciativas de su antiguo director ya fallecido, Juan Baños. El grupo es original de Las Torres de Cotillas y ha tenido una infinidad de premios y presencia en certámenes del Teatro Romea y el festival internacional de teatro de San Javier.

Según Fernando Abad, uno de todos los actores fijos de la compañía, «el grupo se decanta más por los clásicos. Joaquín Cantero cogió el testigo de Juan Baños y siguió la línea del teatro clásico con obras como La Casa de bernardo Alba o Don Juan Tenorio».

Actualmente, se encuentran trabajando en la obra de La venganza de Don Mendo, «es la segunda o tercera obra más representada, estamos trabajando con ella dos años y no paran de pedirla por todas partes», manifiesta Fernando Abad, que protagonizada a Don Mendo en la obra.

Esta compañía, que siempre ha representado las obras más famosas del teatro nacional en la Región, recuerda que «en Murcia hay muy buenos grupos de teatro pero que sin embargo no se invierte tanto en cultura como se debería». Ganarse la vida a costa del teatro es muy difícil en los tiempos que corren. Fernando explica que «la gran mayoría no vive del teatro», porque las ganancias de la representación de las obras van en función de la taquilla: «Si tiene mucha acogida ganas dinero, pero si no, ahí te quedas», añade. No obstante, la dedicación y el esfuerzo es una de las fortalezas que han mantenido de pie a este grupo regional de teatro: «Ensayamos por las noches, uno o dos días a la semana, lo dejamos todo por tener ese espacio de tiempo. Cuando es la semana antes la representación ensayamos todos los días. En esto no hay descanso», confiesa Fernando Abad. Además de la implicación en la obra La venganza de Don Menudo, la compañía representa otras como Llama a inspector, Don Juan Tenorio o La tercera palabra. Esta última, Fernando la define como una obra «completa», porque consigue que e público llore, se ría y esté en tensión.