Un joven que denunció que unos vigilantes lo ataron con los grilletes a una barandilla en la Nochebuena de 2008 ha declarado este martes en el juicio seguido en la Audiencia Provincial de Murcia que "pasé los peores momentos de mi vida, porque me ví en esa situación sin haber hecho nada, y los hechos me superaron".

Por su parte, un agente del Cuerpo Nacional de Policía, que ha declarado como testigo, ha calificado de "desproporcionada" la actuación de los dos vigilantes, ya que, ha añadido, el joven no había cometido delito alguno, por lo que no había razón alguna para colocarle las esposas.

La vista oral ha dado comienzo con la declaración de uno de los acusados, J.F.S., que ha admitido que colocó los grilletes a S. de G., que tenía 19 años de edad cuando ocurrieron los hechos, pero ha negado que lo atara a una barandilla del Museo Arqueológico de Murcia.

El acusado ha dicho también que tuvo que hacerlo porque "estaba muy agresivo, me había dado un empujón e intentó hacerlo de nuevo, además de proferir constantes amenazas contra mí".

Por su parte, el segundo denunciado, J.M., ha declarado tuvo que intervenir porque los jóvenes con los que iba el denunciante le lanzaron vasos con bebida y antes habían aporreado la puerta de una de las casetas de la feria de artesanía, que estaban instaladas en el Paseo de Alfonso X el Sabio, donde ocurrieron los incidentes.

Este acusado ha asegurado que en ningún momento vio que su compañero atara al denunciante a ninguna balaustrada, y ha añadido que éste volvió una semana después al mismo lugar y le agredió a él, lo que motivó que fuese condenado a una pena de prisión y al pago de una indemnización.

Al preguntarle el fiscal al joven la razón por la que no denunció los hechos de los que fue víctima hasta más de dos años después, ha explicado que "lo ocurrido me superó y, además, creía que la denuncia había que presentarla al momento, pero cuando mi abogado me dijo que todavía había tiempo, así lo hice."

También ha explicado que otro de los motivos que influyeron para no denunciar antes fue para que su familia no se enterara de lo ocurrido, pero, ha asegurado, no lo hizo como venganza por la denuncia que uno de los acusados en el juicio de hoy formuló contra él, y por la que fue condenado.

El fiscal ha pedido para cada uno de los acusados dos años y seis meses de prisión e inhabilitación especial por un delito de detención ilegal.