Agentes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) han detectado la entrada en España de carabinas de aire comprimido manipuladas para aumentar su potencia, que están llegando procedentes de Turquía. Al parecer, en este país se les manipula el muelle para incrementar la energía cinética en proyectil (medida en julios). El principal importador de este tipo de armas es una empresa murciana.

El pasado mes de enero una niña murió por un disparo en el ojo de una de estas carabinas, unas armas para las que no es necesaria licencia, aunque pueden provocar lesiones muy graves si están manipuladas como las que se han detectado.

Fuentes de la AUGC explican que una carabina de aire comprimido de 22 julios entra dentro de la categoría 4, es decir, su comprador solo tiene que comunicar la adquisición al ayuntamiento correspondiente, que la registra y emite una tarjeta con el número de serie y el nombre del propietario.

Sin embargo, la manipulación a la que estas armas turcas están sometidas aumentan la potencia hasta los 27 julios, e incluso hasta los 46, lo que conlleva un aumento de su peligrosidad. De hecho, con esa manipulación, las carabinas deberían estar incluidas en otra categoría, la 3, al mismo nivel que las escopetas de caza o las carabinas del calibre 22, para las que sí se necesita licencia de armas y ser mayor de 18 años.

Según las fuentes, no ha sido fácil detectar las armas, ya que al no necesitar licencia, entran en España sin ningún control y por un procedimiento ordinario, como 'paquetería normal', mientras que para las otras armas se necesita un transporte especial y autorizado.

Los agentes han conocido la existencia de carabinas manipuladas en inspecciones rutinarias en armerías, controles aleatorios o cuando alguno de sus propietarios se ha percatado de que el arma que compró estaba manipulada y lo ha denunciado. En ese caso, la carabina se queda en depósito hasta poder 'legalizarse'.

Aunque las carabinas manipuladas están llegando a diversos puntos de España, la principal empresa importadora se encuentra en Murcia.

La AUGC hace hincapié en el peligro de estas armas, ya que pueden llegar a producir la muerte incluso si no están manipuladas. De hecho, disparando con aire comprimido muy cerca de la piel y sin perdigones, se puede ocasionar un importante moratón. Según las fuentes, el peligro radica también en que el comprador desconozca que la carabina ha sido manipulada y pueda ser utilizada sin control por menores.

Los agentes han detectado estos dos modelos manipulados: la Hatsan modelo 125 Sniper, de calibre 4,5 milímetros, modificada para alcanzar una velocidad media de 319 metros por segundo y una energía de 27 julios; y la Hatsan modelo 125 MW de 4,5 milímetros, con una velocidad media de 406 metros por segundo y una energía media de 46 julios tras ser alterada en origen.

La AUGC indica que denunció este caso hace un mes ante la Dirección General de la Guardia Civil, que a juicio de esta asociación, "no está tomando las medidas necesarias para evitar que lleguen al público con las garantías exigidas para las armas de esa potencia".

Según la asociación mayoritaria en el instituto armado, algunas intervenciones de armas y explosivos de la Guardia Civil han elevado consultas a la dirección y "aún están a la espera de contestación, por lo que no saben qué medidas tomar para evitar su venta".