La batalla judicial que llevan manteniendo desde hace años la empresa Golosinas Fini con los vecinos de Molina de Segura y el Ayuntamiento prometía ser larga y tediosa, pero ahora se ha vuelto a sumar otro capítulo a una historia que parece no tener fin. Si en 2016 eran vecinos del paraje de La Brancha los que denunciaban a la fábrica molinense de golosinas por un supuesto delito de prevaricación administrativa y otro de contaminación medioambiental, en esta ocasión son varios los vecinos del barrio de la Barceloneta los que están estudiando emprender acciones legales por el ruido que se desprende de la actividad industrial de la fábrica y que «hace imposible el descanso de los vecinos que residimos en las proximidades de las instalaciones de Fini», explica Manuel Aguilar, uno de los vecinos que hoy interpondrá una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente, la consejería de Sanidad y la Confederación Hidrográfica del Segura. «La denuncia se interpone también ante el organismo de cuenca porque la construcción ilegal de varias naves con más de 1.700 metros cuadrados en un paraje protegido en la última semana han variado el cauce normal de la rambla que transcurría por ese lugar», explica el abogado Jose Ángel Pérez Requena, quien asegura que otros vecinos del barrio molinense también se sumarán a la causa porque «las molestias por ruidos ya ha ocasionado trastornos psicológicos y físicos a aquellos que viven próximos a la fábrica». Por todo, el abogado y su defendido piden en dicha denuncia la paralización de la actividad productiva de la empresa Fini, así como «la correspondiente indeminación por daños y perjuicios ocasionados. Manuel Aguilar asegura que en negociaciones previas con la empresa de golosinas han tratado de llegar a un acuerdo para que este vecino de La Barceloneta pueda mudarse de vivienda, ya que la suya se encuentra a cinco metros de las instalaciones que denuncian que se han construido ilegalmente.

«No se han construido más naves»

«No se han construido más naves»Desde la concejalía de Urbanismo, dirigida por el edil José de Haro, advierten de que no hay novedad en este asunto y que no se han construido más naves en el entorno de la fábrica Fini. El Ayuntamiento declaró ilegal la edificación de una nave de 1733 m2 el año pasado, y ahora mismo el Consistorio tiene abierto dos expedientes contra la empresa, «uno de reestablecimiento de la legalidad urbanística, que está recurrido ante los juzgados de Molina, y otro sancionador». Desde los servicios jurídicos de la empresa no han entrado a valorar la nueva denuncia pero si aclaran que la empresa ha hecho «todo lo posible» por disminuir los ruidos.

Las demandas de 2016 están en fase de instrucción

Las demandas de 2016 están en fase de instrucciónLos vecinos del paraje de La Brancha en Molina de Segura ya denunciaron a la empresa en 2016 por delitos de prevaricación y contaminación medioambiental. Este procedimiento se encuentra en fase de instrucción en los juzgados de la localidad y no descartan que otros perjudicados se personen en la causa, a parte de los tres vecinos que denunciaron la primera vez, según fuentes judiciales. Por entonces, los vecinos proponían la posibilidad de que insonorizaran el entorno de la fábrica para que no les molestase el ruido de la actividad industrial.