Según pasaban las últimas horas de ayer domingo, las pedanías altas de la comarca del Noroeste volvían a su rutina, tras una jornada donde recibieron la visita de miles de turistas en busca de la nieve caída durante el sábado. Aunque la nieve acumulada había que buscarla en zonas de umbría, fue suficiente para que la gente disfrutara de un jornada, en la que durante unas horas abandonaron la rutina de la gran ciudad.

Durante todo el día se registró tráfico denso en la autovía RM-15, que conecta la capital con la Ciudad Santa del Noroeste murciano, así como las carreteras que dan acceso a la pedanías de Cañada de la Cruz y Los Odres por la vertiente sur de Revolcadores, donde más nieve se acumuló durante el fin de semana, y Campo de San Juan y Calar en el límite de provincia con Albacete.

Aunque el tráfico fue denso, especialmente al caer la tarde, no se registraron incidentes significativos.

Los servicios de conservación de carreteras de la Comunidad Autónoma han actuado durante el fin de semana en cinco carreteras de la Región con motivo de las nevadas registradas en la comarca del Noroeste.

El consejero de Fomento e Infraestructuras, Francisco Bernabé, destacó que «estos servicios han estado actuando tanto en acciones preventivas, con el extendido de cloruro sódico para evitar posibles incidentes ante estas condiciones climatológicas, como en la intervención inmediata para retirar la nieve acumulada y permitir la movilidad de los vehículos».

Durante ayer domingo, los equipos mantuvieron tratamientos preventivos adecuados a la evolución del tiempo en las carreteras de la comarca, con tratamientos de sal en las vías susceptibles de acumular placas de hielo.

Los hoteleros de la zona aprovecharon la afluencia máxima de público, que además de disfrutar con la nieve no quisieron perderse la oportunidad de degustar la rica gastronomía de la zona. En algunos restaurantes tuvieron que doblar e incluso triplicar los turnos y en otros que pasadas las cuatro de la tarde continuaban sirviendo comidas, las existencias empezaban a escasear.

José, propietario del Restaurante El Cortijo en el Campo de San Juan, explicó que «hemos estado desbordados durante todo el día, una pena que la gente no haya podido ver más nieve», matizando que «pero creo que se han divertido y han pasado una jornada en familia o con amigos disfrutando de unas vistas sensacionales y una gran gastronomía».

Los agricultores miran al cielo

Mientras los hosteleros de la zona se felicitaban por el buen nivel de ventas, los agricultores miran al cielo y esperan que las heladas no vuelvan a hacer acto de presencia.

El consejero responsable de frutos secos de FECOAM, Pedro Guerrero, recordó que «en las últimas heladas los almendros de las variedades tempranas de Desmayo, Marcona, Garrigues, Atocha y Ramillete, se han helado en muchísimos parajes». Sobre las variedades tardías explicó que «algunas están en flor, otras empezando a abrir y otras cuajadas, estamos al límite de las temperaturas por lo que nos encontramos en el filo de navaja».

Para Guerrero «estamos corriendo un peligro muy grande, primero porque arrastramos cuatro meses de sequía y los almendros están floreciendo como pueden y luego porque estamos en unas fechas claves».

Por último explicó que «este año debido a las altas temperaturas, la floración se ha adelantado entre quince y veinte días, por lo que si helara durante los próximos días podríamos perder buena parte de las variedades tardías también».