El mercado gastronómico gAstrogAllo 2.0, celebrado con motivo de las fiestas patronales de Mazarrón, cierra hoy sus puertas tras nueve días de intensa actividad. Cada jornada ha registrado una gran afluencia de público. Y es que esta sabrosa cita gastronómica ha atraído a numeroso público procedente de todos los puntos de la Región y ha conseguido las máximas alabanzas del sector de la restauración, por lo que, con toda seguridad, tendrá garantizada una nueva edición el próximo año. Pablo González-Conejero, chef del restaurante La Cabaña-Buenavista de Murcia, poseedor de una Estrella Michelín y de tres soles de la Guía Repsol, ha sido uno de los grandes protagonistas del evento. Además de inaugurar gAstrogAllo 2.0 y presidir el jurado que ha elegido la mejor tapa presentada por los establecimientos participantes, ayer ofreció una clase magistral en la que elaboró varios platos utilizando productos típicos de Mazarrón.

Cada día, gAstrogAllo 2.0 ha hecho las delicias de los amantes de la buena mesa con originales propuestas. Entre ellas, ha destacado el taller ofrecido por el maestro confitero Andrés Mármol, de la Confitería La Gloria, que demostró su dominio del chocolate confeccionando una mina típica de la localidad con este dulce manjar. También fue todo un éxito el concurso gAstrogAllo Junior, en el que 20 niños exhibieron su talento en los fogones, resultando ganador Francisco Cortés, del colegio Ginés García. gAstrogAllo 2.0 ha contando con una extensa agenda. Aprender a preparar un cóctel, saber qué vino ofrecer en una cena privada o ver cómo se corta correctamente un jamón son algunas de las actividades realizadas, junto a talleres de queso y catas realizadas por bodegas de la Región. A esto se suma la divertida peregrinación de stands para degustar los bocados preparados por los ocho restaurantes de la Bahía de Mazarrón y los dos de Murcia invitados que han demostrado grandes dosis de creatividad con sus tapas. Todo ello en un marco incorporable, el moderno edificio Cresta del Gallo, que durante estos días se ha convertido en un auténtico templo gastronómico.