No respeta la normativa contra incendios, no hay salida de emergencia. La instalación electrica está puenteada y los aseos son insuficientes y «tercermundistas». Los edificios tienen grietas y goteras, y carecen de biblioteca, salón de actos, gimnasio o sala de profesores.

Estas son algunas de las quejas que la AMPA del CEIP Sagrado Corazón de Librilla lleva pronunciando durante años sobre los dos edificios del único centro educativo de la localidad, que alberga a casi 600 alumnos durante el curso.

Desde hace diez años reclamanan un colegio nuevo para sus hijos, mientras el viejo se deteriora por «la dejadez absoluta del Ayuntamiento». De momento, lo único que han conseguido es una «inspección ocular», cuando lo que reclaman es un informe técnico, con catas, pruebas de presión y mediciones que corroboren su estado estructural. «No pedimos pizarras digitales, solo seguridad e higiene», asegura uno de los padres.

El día 14, él y sus compañeros tienen reunión con la Dirección de Centros, pero, de momento, el curso comenzará de nuevo en huelga.