­La situación de las trabajadoras de Cruz Verde amenaza con tornarse dramática después de que dos empresas hayan renunciado ya a hacerse cargo del servicio de ayuda a domicilio y estancias diurnas, y la tercera a la que ha recurrido el Ayuntamiento vaya a hacer lo propio el próximo lunes. La razón estriba en las pocas garantías de cobro con la que las empresas acuden a la firma del contrato, y algunas incluso han descartado subrogar la contratación de las trabajadoras al no poder asumir el coste de posibles despidos.

La particular ´prima de riesgo´ con la que opera el Ayuntamiento acaba de dispararse tras la decisión que están tomando varias empresas concesionarias de no conceder más crédito en los servicios municipales que prestan al Consistorio. Es el caso de los servicios de ayuda a domicilio y estancias diurnas, cuyas empleadas llevan cinco meses de huelga ante el impago de sus nóminas por parte de Cruz Verde.

Tras el fiasco de la empresa adjudicataria, el Ayuntamiento sacó el servicio a concurso en septiembre para solucionar el conflicto laboral. Sin embargo, las empresas ganadoras han anunciado su renuncia a asumir el contrato justo antes de firmarlo. La decisión ha pillado por sorpresa al Ayuntamiento, que ha ofrecido el servicio a una tercera empresa, a la que ha citado el lunes para firmar el contrato. Sin embargo, los responsables de la empresa no tienen previsto hacerlo sin haber hablado antes con la concejal de Servicios Sociales, a la que quieren exponer sus condiciones. Además, también exigirán garantías de cobro, de forma que una vez superado el plazo establecido por el Ayuntamiento para pagar, la empresa se reservaría el derecho a abandonar el servicio sin penalización.