Los hospitales españoles están todos preparados para actuar en grandes catástrofes, según indicó ayer el doctor José Eugenio Guerrero, jefe del Servicio de Medicina Intensiva del hospital Gregorio Marañón España y responsable de este servicio cuando los atentados del 11-M.

Guerrero, que participó en la presentación del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias) SEMICYUC, considera que el sistema sanitario español es «muy bueno» en términos generales. «Casi somos capaces de atender todo», y añadió que aunque en algún hospital pequeño podría faltar algún apoyo, no es «trascendental en las primeras horas» que falte algún especialista, pues va a estar en las dos horas siguientes.

Según el presidente de SEMICYUC, el doctor Cristóbal León, los hospitales y las unidades están preparados para actuar en casos de emergencia, y destacó la conveniencia de mantener el sistema «preparado para lo peor».

León señaló que «es difícil valorar en la distancia cómo se esta actuado» en Lorca, aunque saben que había gran demanda de atención en el hospital lorquino por problemas de ansiedad, y no por traumatismos, por lo que «no ha habido necesidad de reforzar el sistema sanitario».

Para el doctor Guerrero, las UCI son «de las cosas excepcionales que tiene este país», y recordó que han sido capaces «de una UVI de 20 camas hacerla de 40 en un momento determinado», y que «siempre» que han tenido que dar respuesta la han dado. «Queramos o no queramos la vida esta en la UVI», dijo.

El responsable de Medicina Intensiva del Gregorio Marañón durante el 11-M indicó que se extrajeron muchas enseñanzas de ese día, entre ellas, la necesidad de tener un plan de emergencias, que cada hospital debe tener su plan propio para poder actuar de la manera más eficaz, que tiene que haber simulacros cada cierto tiempo y que tanto la información como el apoyo psicológico a las víctimas y sus familiares tiene que estar fuera del recinto hospitalario.