El mandatario boliviano censuró a Vargas Llosa en la inauguración de la XI Feria Internacional de Libro, esta noche en la ciudad de La Paz, a la que acudió en compañía del vicepresidente, Alvaro García Linera.

Morales expresó que sentía "dolor" por lo que leyó de Vargas Llosa, del que dijo que "por poco no me dice salvaje, retrógrado, populista, qué saben los indígenas sobre la realidad económica, social o política", en un artículo publicado en enero pasado.

Antes de mencionar al autor, dijo que había leído "algunos libros, editoriales y artículos que permanentemente nos satanizan y nos penalizan" a los indios.

El presidente se refería a un artículo del peruano, en el que afirmó que Morales "es el emblemático criollo latinoamericano, vivo como una ardilla, trepador y latero, y con una vasta experiencia de manipulador de hombres y mujeres, adquirida en su larga trayectoria de dirigente cocalero y miembro de la aristocracia sindical".

El gobernante boliviano señaló que ha identificado dos tipos de escritores: "unos que pueden escribir por la liberación de los pueblos y otros pueden seguir escribiendo para oprimir y para someter".

Dijo que lee cuando puede, tanto libros buenos como malos, pero señaló que prefiere "los libros de gente que me sataniza (para saber) porqué me desprecia, si por razón o por odio" y explicó que, de esa manera, entiende mejor la realidad de los pueblos, del campo y de la ciudad.

Sin referirse a ninguno en particular, Morales también compartió la preocupación de los escritores y los editores por la constante duplicación ilegal de publicaciones.

Comparó esa ilegalidad con la que practican algunos intelectuales que escuchan las ideas de dirigentes indígenas o campesinos, las "agarra y las pone en el libro como una gran iniciativa" propia, señaló el jefe de Estado.

En su discurso, reconoció ser "poco lector" pero hizo un nuevo llamamiento a la población para aprovechar el conocimiento que contienen los libros.

Destacó los primeros resultados del programa de alfabetización iniciado hace cuatro meses por su gobierno, con ayuda de Cuba y de Venezuela, y felicitó a los organizadores de la feria del libro por la promoción de la lectura.

Informó de que, hasta ayer, más de 6.000 adultos aprendieron a leer y escribir, mientras que unos 170.000 están actualmente en los centenares de centros de capacitación instalados en el país.

"Estoy convencido de que la lectura es importantísima", dijo al proponer que, "al menos cada día media horita", debería dedicarse a la lectura para elevar los conocimientos.