La división de híbridos iPerformance de BMW abarca varios formatos interesantes, entre ellos el de los monovolúmenes con el práctico Serie 2 225xe Active Tourer. El modelo alemán tiene un precio de partida de 39.500 euros y se puede enchufar a la red eléctrica, con lo que se convierte en el primer monovolumen híbrido enchufable del mercado y el que da acceso a los vehículos con este tipo de propulsión de la marca.

Al margen de su interesante concepción mecánica, el Active Tourer es un monovolumen de 4,34 metros de longitud con una calidad por encima de la media. Se puede adquirir, además de la versión híbrida que probamos hoy, con tres mecánicas de gasolina con 136, 192 y 231 CV y otras tantas diésel con 116, 150 y 190 CV. Hay variantes con cambios manuales o automáticos de hasta ocho relaciones y también está disponible la tracción total inteligente para algunas versiones.

Dentro encontramos un habitáculo bien aprovechado, con buenas cotas de espacio en la bancada trasera, aunque el hueco central sea más apropiado para niños o adultos de baja estatura. El maletero apenas pierde capacidad por alojar el motor eléctrico, así presenta 400 litros (los Active Tourer térmicos tienen 468 litros). El puesto de conducción no presenta ninguna pega y recuerda a varios vehículos de la firma, especialmente a los todocamino por la posición algo más elevada del asiento. La calidad es superior y los ajustes son tan buenos que no recordamos un coche de esta categoría tan bien rematado. Hay ciertos detalles que lo diferencian del resto de sus hermanos, como unas molduras específicas en la parte inferior del umbral de las puertas, el pomo de la palanca de cambios y algunos menús en la instrumentación y sistema multimedia que indican el funcionamiento del sistema de propulsión mixto.

El conjunto mecánico consiste en un motor de gasolina de tres cilindros y 1,5 l. de cubicaje que rinde 136 CV, instalado en el eje delantero, y otro motor eléctrico en el eje trasero que desarrolla 88 CV. De esta manera, la tracción puede ser delantera o total (cuando entra el eléctrico en apoyo). La caja de cambios que usa es automática de seis relaciones y la batería de iones de litio permite un rango en modo exclusivamente eléctrico de 41 km. Con la combinación de ambas mecánicas, que dan un resultado de 224 CV, el BMW 225xe puede acelerar hasta los 100 km/h desde parado en 6,7 segundos y alcanzar una punta de velocidad de 202 km/h. El consumo medio homologado es de 2,1 l./100 km y las emisiones son de menos de 49 gr/km de CO2. Hay que tener en cuenta que los ciclos de homologación de gasto en los híbridos difieren del resto de vehículos con motores gasolina o diésel, de ahí esa baja cifra. Con nuestras pruebas ha rondado los 6,5 litros conduciendo sin mirar mucho por ahorrar, lo cual es un valor bueno para un conjunto de más de 220 CV de poder.

Al volante, el BMW 225xe arranca en un modo inteligente en el que el motor eléctrico se encarga de mover al vehículo, siempre que el acumulador tenga un mínimo de carga. Cuando ésta desciende, el motor de gasolina se pone en marcha, pero apenas se escucha en el interior. Hay otro modo que prioriza las prestaciones, permitiendo circular hasta 125 km/h usando el motor eléctrico, aunque, como es lógico, la autonomía de la batería se resiente. El tercer modo de uso procura recargar la batería en marcha con el motor de gasolina para poder circular en eléctrico después. Cabe decir que el sistema de navegación puede analizar la ruta prefijada para que el vehículo use los dos propulsores de la manera más eficiente.

Al igual que ocurre en otros modelos de la marca, este Active Tourer híbrido conserva los perfiles de conducción ´Sport´, ´Comfort´ y ´EcoPro´, que cambian las reacciones del coche desde un modo más deportivo hasta otro más ahorrativo.

Otra de las ventajas de este híbrido es que se puede enchufar para cargar la batería. El tiempo de espera varía en función de la toma utilizada, así, en una estándar de casa puede tardar algo más de tres horas y si se usa una ´Wallbox´ instalada el tiempo baja a unas dos horas. El proceso se puede gestionar a través de una aplicación para teléfonos móviles.

Como buen BMW, el equipamiento que monta o puede incorporar es abundante. De serie va dotado con navegación, llantas de 17 pulgadas, sensores de lluvia y luces, volante deportivo con mandos, retrovisores eléctricos abatibles, apertura eléctrica del portón y climatizador de dos zonas, entre muchos otros elementos.

Por un precio de base de 39.500 euros, el BMW 225xe Active Tourer puede ser una elección muy conveniente para quienes hagan trayectos por ciudad a diario (por su autonomía en eléctrico, sin gastar gasolina), con excursiones interurbanas con la familia los fines de semana. Los viajes largos los afronta sin problemas por el poderío de su sistema de propulsión (especialmente si las baterías están bien cargadas para que el eléctrico ayude con una respuesta viva) aunque habrá que visitar la gasolinera con cierta frecuencia porque el depósito de combustible no es muy grande.

Mecánica

Su esquema de propulsión consta de un motor de gasolina de 1,5 litros de cubicaje en el eje delantero que rinde 136 CV. En el eje trasero hay uno eléctrico de 88 CV. La potencia conjunta es de 224 CV y puede circular en modo eléctrico 41 km. El consumo medio es de 2,1 l./100 km y las emisiones son de menos de 49 gr/km de CO2