El nuevo Range Rover Evoque llegó hace pocos meses con algo más que avances cosméticos. A los ligeros cambios en las carrocerías de tres y cinco puertas se le suman un listado de equipamiento y un catálogo mecánico revisados.

En lo que a apariencia se refiere, el nuevo Evoque recibe otros paragolpes que enmarcan una rejilla rediseñada y unas ópticas que ahora pueden ser de Led para todas las funciones; hay cambios en la carta de llantas de aleación y una zaga con un alerón que contiene una luz de freno más prominente. Dentro los materiales mejoran aún más su calidad, se remodelan las plazas delanteras y el cuadro de la instrumentación es más vistoso.

Lo más importante del apartado mecánico es la inclusión de la familia de motores ´Ingenium´ en las variantes diésel. Constan de un bloque de dos litros de cubicaje y cuatro cilindros que rinde 150 y 180 CV con unos consumos de 4,8 litros por cada 100 km. homologados en ambos casos. También hay una versión más ´limpia´ (llamada eD4) sobre la base del primero, que gasta una media de 4,3 litros por cada 100 km. Estos propulsores vienen a completar la oferta mecánica junto al gasolina de 240 CV que ya estaba disponible. Las cajas de cambios pueden ser manuales de seis relaciones en los diésel, que en opción pueden asociarse con un cambio automático de nueve velocidades. Este es de serie en el gasolina.

Uno de los aspectos en los que más destaca el Evoque es en la capacidad para moverse por campo. En ese sentido, todas las versiones, excepto la mencionada eD4, equipan la tracción total que puede ser de dos niveles: una estándar en la que el par se manda a las cuatro ruedas, pero varía su reparto en función de las condiciones, y otra que sólo envía propulsión al eje trasero en caso de que sea necesario. En los dos casos están disponibles los modos de conducción ´off-road´ que la marca llama Terrain Response, que adapta varios parámetros del coche para adecuarlos a los perfiles de barro, arena, nieve, hierba o gravilla. También se añade un control de descenso de pendientes y puede montar un monitor de nivel de agua para casos de vadeo de ríos y un sistema de cámaras periféricas para controlar mejor los obstáculos sin bajar del vehículo.

Con cinco ambientes (´Pure´, ´SE´, ´HSE´, ´HSE Dynamic´ y ´Autobiography´), el Evoque puede tener, dependiendo del nivel, un sistema de frenado automático en ciudad para minimizar los golpes por alcance (por debajo de 50 km/h), la alerta por cambio involuntario de carril, un detector de fatiga del conductor o el sistema mejorado multimedia ´InControl Touch´ de dos niveles (en función del acabado) con una pantalla táctil de ocho pulgadas para gestionar el equipo de sonido y conectividad mejorada para ´smartphones´ con seis altavoces. El ´InControl Touch Plus´ va de serie a partir del acabado ´HSE´ y suma la navegación con disco duro, dos pantallas para las plazas traseras, auriculares inalámbricos y hasta 17 altavoces del sistema de audio Meridian. También puede disponer de un automatismo que abre el portón del maletero deslizando un pie por debajo.

El Range Rover Evoque ha sido un éxito para la filial de lujo de Land Rover. Desde su llegada al mercado en 2011 se han vendido 400.000 unidades, convirtiéndose en el ´SUV´ de la marca más vendido de todos los tiempos. El año pasado marcó un nuevo récord con más de 125.000 matriculaciones. En España los precios parten desde los 35.100 euros tanto para la carrocería de tres puertas como para la de cinco. Este coste corresponde a la mecánica de 150 CV diésel eD4 de bajo consumo. El otro TD4 de 150 CV no está disponible para la versión de tres puertas y para la de cinco cuesta a partir de 38.400 euros. El TD4 de 180 CV arranca en los 41.500 euros y el gasolina 2.0 de 240 CV cuesta desde 55.700 euros.