Ha llegado la segunda generación del Ford S-MAX, un vehículo que ha conseguido integrar la dinámica de una berlina rápida con el confort de marcha y el espacio de un monovolumen. Precisamente es este último concepto el que predomina, pero auspiciado por unas mecánicas recientes y poderosas que le convierten en uno de los más ágiles de su especie. La anterior generación ya puso el listón muy alto en este sentido.

Vestido con la imagen más moderna de la compañía (frontal con calandra ancha, ópticas rasgadas y zaga rediseñada, al igual que las defensas), su carrocería crece hasta los 4,80 metros de longitud y 1,89 metros de anchura. Esto permite una habitabilidad superior hasta en la tercera fila de asientos, pues sigue estando disponible en configuraciones de cinco o siete plazas (con la primera combinación cuesta unos 750 euros menos). En este segundo caso el acceso es sencillo a la tercera fila gracias al sistema ´Easy Access´, que desplaza la bancada central hacia delante, dejando así más hueco para pasar. Además esta fila puede tener una regulación independiente de la climatización para mayor confort.

El maletero tiene una capacidad medida hasta la bandeja que cubre el equipaje de 700 litros, que pueden aumentar hasta 2.020 litros si prescindimos de las dos últimas filas. El puesto de conducción nos recuerda por calidad y diseño al del nuevo Mondeo; los mandos se han reorganizado para tener un despliegue más sencillo y el panel de instrumentación en el acabado alto lo forma una pantalla a color de 10 pulgadas, que presenta los diferentes gráficos con la velocidad y demás datos de conducción. El salpicadero dispone de otra pantalla en una posición alta de 8 pulgadas con el sistema multimedia que cuenta con mandos en el volante.

Al inicio de su comercialización, el Ford S-MAX se puede adquirir con cuatro motores diésel (todos de dos litros de cilindrada) de potencias de 120, 150, 180 y 210 CV, este último de doble turbo, y dos de gasolina con tecnología EcoBoost de 1,5 litros y 2,0 litros con 160 y 240 CV, respectivamente. Las cajas de cambios son manuales de seis marchas excepto en los más potentes de gasolina y diésel, que van unidos a una automática ´PowerShift´ de doble embrague del mismo número de relaciones.

Esta caja va de opción para el resto de las mecánicas, menos para la de 160 CV de gasolina y 120 CV diésel, que sólo pueden ser manuales. Además, pensando en clientes que circulen por zonas más adversas, los motores de 150 y 180 CV de gasóleo se pueden unir a la tracción total. En cuanto al consumo, las medias homologadas bajan respecto a los equivalentes de la anterior serie, y el sistema de arranque y parada ´Start&Stop´ va incorporado en toda la gama. Así los diésel gastan entre 5 y 5,8 litros y los gasolina oscilan entre 6,5 y 7,9 litros por cada 100 km.

La gama del nuevo S-MAX la forman dos niveles de acabado: ´Trend´ y ´Titanium´. De serie monta elementos como el programador de velocidad, el climatizador doble, el cambio de luces de carretera a cruce automático, el freno de mano eléctrico y un sistema que reconoce las señales de tráfico. El nivel superior suma la unidad multimedia ´SYNC 2´ con órdenes por voz, ocho altavoces y navegador, sensores de aparcamiento, asiento del conductor con ajustes eléctricos, llantas de 17" y el cuadro de mandos con pantalla a color ya mencionado.

El listado se puede completar con asientos de cuero con masajes, un control de velocidad inteligente que se basa en los límites de velocidad en cada carretera, el detector de ángulo muerto, un dispositivo que avisa y puede frenar por nosotros para evitar una colisión a baja velocidad, la alerta por cambio involuntario de carril o el aparcamiento autónomo. Otros elementos son los faros de Led, un techo de cristal de gran tamaño, la suspensión adaptativa, llantas de hasta 18" y un sistema de sonido mejorado.

El nuevo Ford S-MAX llega a los concesionarios de la marca a mediados del mes que viene con precios que parten desde los 31.900 euros en ambos casos (2.0 TDCi de 120 CV y 1.5 EcoBoost de 160 CV). La interesante caja automática PowerShift cuesta unos 2.000 euros de sobreprecio.

La anterior generación

La anterior generación ya supuso un cambio importante en la concepción de monovolúmenes. El S-MAX ha roto la creencia de que los vehículos de esas características tienen que ser torpes y lentos. Con la puesta a punto de una berlina rápida y el confort de un buen familiar, la nueva entrega continúa la senda ´premium´ del Mondeo ofreciendo mucha clase y dotación de un verdadero alto de gama que se remata con muchas ayudas a la conducción que aumentan la seguridad a bordo.