Opel comercializa desde finales de 2012 su propuesta de coche urbano con aspiraciones ´premium´. El Opel Adam se ha visto acompañado por el éxito en el conjunto de Europa (ahí están para demostrarlo las alrededor de 100.000 unidades vendidas en Europa en 2013) y basa sus atractivos en un diseño muy moderno, en las casi infinitas posibilidades de personalización y en un equipamiento reservado hasta el momento para automóviles de categoría superior.

El Opel Adam es un automóvil e carácter urbano con tres puertas y cuatro plazas. Se sirve únicamente con motores de gasolina (Opel considera que el usuario de un Adam no está interesado en las mecánicas diésel) y tiene su gama en pleno proceso de expansión. Al principio llegaron el 1.2 de 70 CV y el 1.4 con 87 ó 100 CV; recientemente se ha incorporado una mecánica más moderna, un tres cilindros 1.0 Turbo de 115 CV. Además, a la versión inicial se ha añadido recientemente otra con aspecto campero, carrocería algo más elevada y techo de lona, que se denomina Adam Rocks, y se anuncia otra variante deportiva, el Adam S, con motor de 150 CV. De todas las posibilidades, prestaremos atención al Adam Glam 1.4 87 CV Ecoflex.

Digamos para empezar que, en el pequeño ´reino´ de los automóviles ciudadanos más distinguidos hay dos tendencias claramente marcadas: la nostálgica, encarnada por el Fiat 500; y la moderna, representada por este Opel Adam o también por coches como el Volkswagen Up. Opel incorpora en el Adam los aires de familia ya conocidos en Astra y Corsa y configura un coche atractivo con un tamaño ideal para la ciudad.

Uno de los apartados en los que el Adam sobresale es en el de las posibilidades de personalización. Son muy numerosas, de modo que podemos configurar un Adam que será distinto a todos los demás. Uno de los puntos fuertes del vehículo alemán.

El interior transmite una gran sensación de calidad, por más que algunos plásticos de la parte inferior del salpicadero no acompañen. Sí que llama la atención el completo equipamiento y el vistoso diseño, así como también la excelente ergonomía. Mucho espacio disponible para conductor y acompañante y bastante menos para los pasajeros de atrás. Los asientos posteriores alojan con comodidad a niños. Si se trata de adultos, más vale que el trayecto no sea muy prolongado. En cuanto al maletero, con sus 170 litros de capacidad, se antoja suficiente para una compra no muy voluminosa o para el equipaje de fin de semana de una pareja.

En el apartado mecánico, y a falta de poder echarle el guante a la moderna mecánica de 116 CV, estamos ante un motor más que suficiente para el espíritu urbano que tiene el vehículo. En carretera, los 87 CV dan para moverse también con soltura. El cambio es manual de cinco velocidades y el consumo medio homologado es de 5,0 l/100 km gracias, entre otras cosas, al sistema automático de parada y arranque en ciudad (no es difícil lograr consumos medios de 6,0 litros en uso normal). En cuando a su conducta en carretera, lo que más llama la atención es la precisión extra que aporta la dirección que montaba la unidad de las fotografías, específica y en combinación con las llantas de generoso diámetro. El comportamiento es bueno, con suspensiones tirando a duras, sin comprometer en exceso el confort.

Es el Opel Adam, en resumen, un automóvil utilitario que gustará a los que busquen distinguirse por un precio asequible. Está bien hecho, viene bien equipado y va de maravilla en el denso tráfico urbano. Su espacio interior lo convierte en un coche ideal para jóvenes parejas con críos pequeños. Es divertido, original y atractivo.