La Catedral permanecerá de nuevo los dos próximos meses bajo grúas y andamios. El obispado de Cartagena, la Comunidad Autónoma y Cajamurcia impulsan la última gran actuación pendiente para que el monumento más visitado de la ciudad pueda afrontar el paso del tiempo las próximas décadas. Esta intervención que está realizando desde hace escasamente dos semanas la empresa especializada Geofisa, recordó ayer el arquitecto Juan Antonio Molina, quien ha dirigido en los últimos años los trabajos de restauración de la seo murciana, se prolongará por espacio de sesenta días, si bien -incide Molina- la empresa está en condiciones de concluir el trabajo "mucho antes".

Aunque el Obispado ya contaba en mayo con licencia de obras, al final han tardado tres meses en poner los andamios, de forma que para el 1 de noviembre, celebración del Día de los Santos, el edificio podrá exhibir para entonces los tejados más portentosos de su historia.

El interior del edificio se había resentido en los últimos años por las grietas aparecidas en las techumbres, que provocaban filtraciones y goteras que estaban dañando las capillas. Según los expertos, el deterioro de las cubiertas se debe a la descomposición de sus materiales por estar tan expuestos al paso del tiempo y a las inclemencias de la meteorología. "Urge verdaderamente quitar las tejas existentes en las naves laterales y sustituirlas por otras nuevas porque puede entrar agua. Al menos, dos tercios de las tejas están mal desde hace tiempo", aseguraba en mayo Juan Antonio Molina, quien expresaba su deseo de que también se iniciasen los trabajos para dotar de nuevo cableado eléctrico al conjunto artístico "para que no haya cable visto y la Catedral pueda contar con una instalación más matizada". Con estas obras se culminan años de trabajos en los que ha estado involucrado económicamente el ministerio de Fomento, que financió con el programa '1% Cultural' las obras de restauración de la torre catedralicia, aunque en este caso aún no han concluido los trabajos en el primer cuerpo.