El presidente ruso, Vladímir Putin, cargó hoy contra la nueva estrategia de seguridad nacional de EEUU, que tachó de "agresiva", y denunció los intentos de la Casa Blanca de salirse del tratado de desarme INF, que data de la Guerra Fría.

"En lenguaje diplomático, dicho en dos palabras, tiene un carácter ofensivo. En lenguaje militar es, sin lugar a dudas, agresiva", dijo Putin sobre esa estrategia de EEUU durante una reunión con altos cargos del Ministerio de Defensa. Putin se refería al documento firmado esta semana por el presidente norteamericano, Donald Trump, en el que Rusia y China figuran como principales amenazas para la seguridad de EEUU.

Críticas a la OTAN

Denunció que en Europa tiene lugar un incremento "a marchas forzadas" de la infraestructura militar de Estados Unidos y de la OTAN, planes que se escudarían en el supuesto expansionismo ruso denunciado por los países bálticos y Polonia.

"Cuando nosotros desplegamos alguna unidad en nuestro territorio se interpreta como una amenaza para alguien. Y cuando cerca de nuestras fronteras se instalan bases, infraestructura y nuevos sistemas, se ve como algo normal", lamentó.

Denunció que los cohetes utilizados para probar la eficacia del escudo antimisiles por su características "son idénticos a los misiles balísticos de medio y corto alcance", una tecnología prohibida por el tratado INF, suscrito en 1987 por la URSS y EEUU.

Insistió en que el Ejército ruso jugó un papel "crucial" en la victoria sobre los terroristas en Siria, donde Putin proclamó recientemente "la completa derrota" del grupo yihadista Estado Islámico. "Salvaron la vida de cientos de miles de personas, preservaron la república siria como Estado y allanaron el camino hacia el arreglo político de la crisis siria", afirmó.

Con todo, negó hoy que Rusia se vaya a ver abocada a una "carrera armamentista sin sentido", como la que causó el colapso de la Unión Soviética. "Como hay fuerza, ya no se necesita inteligencia. Al contrario, necesitamos inteligencia. No nos apoyaremos exclusivamente en el músculo militar. El próximo año (los gastos en defensa) representarán un 2,8 % del PIB. Después bajarán aún más", vaticinó.

Además, también negó que Moscú necesite contar con bases militares "por todo el mundo", ya que Rusia "no tiene intención de jugar el papel de gendarme internacional", entre otras cosas, "porque es muy caro". "Lo digo sin ironía, nos basaremos en una política exterior amante de la paz", dijo.