Disfraces en luna llena

No quiso terminar de estudiar Medicina. Este ser extraordinario viene de una familia de panaderos. El origen más hermoso. Comienza este retrato con sabor a pan reciente, excelente principio si uno se manejara bien con la palabra. Kuki Keller fue el creador de la movida en La Curva de Lo Pagán en San Pedro del Pinatar, en el Mar Menor. Allí instaló en los 80 un bar de copas que fue mucho más que un bar de copas, El Varadero, punto de encuentro de toda la progresía activa y pasiva. Gentes de todos los peregrinajes del artisteo indómito, voyeurs y bebedores de almas. El retrato del maestro Saura lo trae disfrazado. Es natural: él es el padre de las fiestas de disfraces del Varadero, en las noches de luna llena, de luna azul, de la de agosto que es de plata. Su poder de convocatoria es grande y su talento para estas convocatorias enorme.

Maneja a su público y su gente. Un año celebró San Cucufate, el 27 de julio, y luego explicó que era su santo por llamarse Cucufato, de ahí lo de Kuki. Nada más lejos. Imaginación al poder. Y de la imaginación a París. Kuki va y viene a París cuando acude con su arte o simplemente para internacionalizar sus sentidos y su inteligencia, creo que tiene un restaurante allí. Le acompaña un fotógrafo grande, Alberto García Alix, y en el Pompidou se ha visto su obra pictórica, geométrica y colorista. La última vez que estuve en el Varadero me enseñó su colección de pintura, la propia y la de sus amigos: aquel rincón con los pequeños cuadros de Alfonso Albacete, los de los autores de la movida madrileña. Buen gusto. Mobiliario de diseño y todo un lujo de modernidad renovada. Para alimentar a la clientela tuvo, junto al Varadero, otro local, La Chabola, que era algo más contundente para el hambre. Sus fiestas de disfraces han hecho época, y tienen leyenda. Aquel año que Antonio Morales y la compañía La Bella Aurelia, que habían actuado en el Festival de Teatro de San Javier, se presentaron con los atuendos y disfraces de La Celestina; o aquel otro inolvidable en el que los médicos de Los Arcos aparecieron así, ´disfrazados´ de médicos con fonendos de juguete. María José Martínez Garcerán, periodista ilustre, lo cuenta con mucha gracia. La Curva sigue atronadora de gente en verano y El Varadero ha tenido diferentes épocas, seguramente empujado por la mucha competencia en la zona que se convirtió en una colmena a partir del éxito ajeno. Pero nunca dejó abandonada su fama que la tiene. Hasta allí llegan los de la zona y los extranjeros que saben de la guía secreta de todas las geografía. Kuky es un artista, una persona que aporta genialidad a un espacio, a una Región.