Responsable de la Unidad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, David Gil compagina su trabajo como pediatra con otras labores, como profesor asociado de Pediatría en la Universidad de Murcia o como presidente de la Asociación Española de Estudio de Errores Congénitos del Metabolismo (AECOM). El pediatra responde a una serie de cuestiones que todos los veranos se plantean hasta la saciedad en las casas donde hay niños de por medio.

¿Es recomendable que los más pequeños realicen también comidas más frescas y ligeras en verano?

Los niños tienen que realizar una dieta saludable durante todo el año. Quizás en verano cocinamos menos, cuidamos menos la alimentación y los niños abusan de los hidratos de carbono, grasas, fritos, comida rápida o helados, que hay que controlar porque tienen mucha azúcar.

¿Qué pueden hacer los progenitores para que los niños estén correctamente alimentados durante estos meses?

Los padres tenemos que fomentar más la fruta como postre y que los niños no dejen de comer, por ejemplo, legumbres. Las lentejas, en concreto, se pueden preparar de una forma más fresca y ligera a la que estamos acostumbrados en otras épocas y estaciones del año.

¿Hay algún momento ideal durante el día para que los más pequeños se bañen?

No, pero sí hay que evitar las horas centrales del día donde hay más radiación solar, sobre todo entre las doce y las cuatro de la tarde. No quiere decir que el niño no pueda bañarse a esas horas, pero con la piel que tiene y por mucha protección y crema solar que se le ponga, habría que intentar evitar poner al niño al sol durante esas horas.

¿Tiene algún perjuicio o beneficio que se bañen desnudos en la playa?

El hecho de que el niño esté desnudo no tiene ningún tipo de peligro, probablemente sea más natural. Pero el niño suele estar sentado sobre la arena mojada, donde es posible que hayan hongos o bacterias.

¿Hay alguna prevención especial respecto a los distintos sexos?

En el caso de las niñas, se recomienda que lleven una braguita para que la vulva no esté en contacto con la arena. A pesar de que no hay ningún tipo de contraindicación, al estar desnudos, hay que llevar mucho cuidado en sus zonas más sensibles, dado que precisamente nunca les ha dado el sol en esas partes, lo que podría producir quemaduras mucho más molestas.

¿Es bueno que los bebés y los niños más pequeños duerman la siesta durante el verano?

El hábito de la siesta es muy beneficioso a todas las edades, pero sobre todos en los niños pequeños, ya que una pequeña siesta por la tarde les ayuda a estar menos ansiosos, más receptivos y más descansados física y psicológicamente durante las últimas horas del día.

La siesta, al principio, es una necesidad fisiológica del bebé. Conforme el niño se va haciendo más mayor esta necesidad va disminuyendo.

¿Cuántas horas es recomendable que los niños duerman durante las tardes?

Casi todos los niños duermen una pequeña siesta hasta los tres o cuatro años de vida vespertina. El tiempo es muy variable, entre media hora hasta incluso dos horas.

¿Hay que obligar a los niños a que descansen por las tardes?

Generalmente no recomendamos forzar a los niños para dormir la siesta, pero sí que tenemos que intentar que adquieran una rutina de descanso a esas horas tanto en verano como en invierno. Es verdad que durante los meses estivales queremos que duerman la siesta, ya que tendemos a alargar los días y los niños llegan muy cansados al final de los mismos.

Precisamente, muchos niños se activan más después de comer...

Muchos niños tienen problemas para dormir la siesta porque sienten que al dormir se les está quitando más tiempo de diversión, por lo que llegan a esas horas del día bastante estimulados. A veces basta con tranquilizarlos un rato, tumbarlos en un sitio sin ruidos, con un muñeco o cualquier juguete preferido, o simplemente darles un paseo en carricoche por un sitio tranquilo para que se relajen y descansen. Lo que está claro es que este tipo de hábitos hay que inculcárselos a los niños desde pequeños y no solo en verano, también durante el curso escolar.

En las casas y sitios cerrados, ¿es bueno que el bebé esté en una habitación donde hay aire acondicionado?

Hay que intentar que los niños que tengan menos de un año no estén expuestos ni a aire acondicionado ni a un calefactor en invierno, porque terminan resecándose las vías respiratorias de ellos. Es cierto que es muy fácil decirlo cuando tenemos un ambiente aireado y fresco, pero hay determinadas casas y habitaciones donde en la habitación del bebe hay una temperatura elevada.

¿Y si se cumple el hecho de que el bebé duerma en una casa o en una habitación donde hace demasiado calor?

En ese caso, recomendamos solo enfriar la habitación mediante el aire acondicionado, no a menos de 23ºC, para que la temperatura sea agradable cuando entre el niño después. Por la noche, si es posible, es recomendable también apagarlo para así evitar que las vías respiratorias del niño se resequen.

¿Qué supone que los niños pasen tantas horas delante de la televisión, móvil o consolas?

Casos así, por desgracia, ocurren en el día a día y durante el curso escolar. La media en España de uso de estos dispositivos, que es de tres a cuatro horas diarias, supera con creces lo recomendado por cualquier experto. En verano se acrecienta mucho más porque precisamente los padres estamos de vacaciones y, por ejemplo, en la hora de la siesta queremos que el niño esté entretenido y callado.

Y si un niño depende mucho de este tipo de tecnologías nuevas, ¿qué es lo que pueden hacer los padres?

En los casos donde los niños están enganchados, recomendamos a los padres que hagan un esfuerzo para que sus niños se apunten, por ejemplo, a actividades deportivas, y que se guarden todas las consolas y dispositivos y no ofrecérselos durante la primera semana y media del verano para que descubran otras posibilidades de juego, aunque pasen los dos primeros días aburridos. Si tienen a su lado el móvil, una consola u otro dispositivo, es difícil que el niño opte por otras actividades más tradicionales y no tan ´adictivas´.

¿Algún consejo para que los niños se olviden de jugar durante tantas horas este verano con el móvil, la tablet o las consolas?

Una actividad recomendable también es que se vayan de campamento. Si no es posible erradicar el problema, tenemos que intentar limitar estas tecnologías a una hora al día como mucho, no más.