Don Antonio Martínez Muñoz, también conocido en los ambientes escénicos como Antonio M. M. («Mucha Mierda», que viene a significar mucha suerte en el mundillo de los actores, término guarro que muchos no llegan a entender del todo) es un gran actor, actor todoterreno y polivalente, un hombre con mil caras y mil voces; lo mismo anuncia unos bragueros en televisión, que hace de padre de Lola Flores en la película biográfica de La Faraona, como papeles en seriales para la tele o dando vida a personajes variopintos de los clásicos españoles sobre el escenario y todo aquello que su profesión demande.

Martínez Muñoz se formó en la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia y lo tuvo claro, viendo que la mata murciana no daba para más se marchó a hacer los madriles, donde afortunadamente le acompaña un venturoso éxito en sus actuaciones diarias y en sus giras por el territorio nacional.

El mundo del cine y del teatro no pasan por su mejor momento, aunque no existe un tiempo en el no se haya dicho lo mismo. Pero lo hubo, y siempre recuerdo al amigo, al gran Gustavo Pérez Puig, hijo adoptivo de Murcia, con sus magníficos Estudio 1 para televisión y su labor permanente por la innovación escénica, algo similar a lo ocurrido mediada ya la década de los sesenta, cuando en España surge el cine de autor que, cumplida ya una parte de su ciclo vital, en Europa tiende a diversificarse, tomando carta de naturaleza en nuestro país. Junto a los realizadores oficiales, más o menos consagrados, surgió un nuevo grupo de directores empeñados en una revitalización de las posiciones estéticas del teatro y sobre todo del cine. Nombres, y sirvan de ejemplo, como Manuel Summer, Manuel Picazo o Mario Camús.

Don Antonio, M. M. para los amigos, nació y vive para el mundo de la escena, respondiendo a un perfil vocacional equiparable a los grandes del teatro y del cine español de épocas recientes, aún siendo de Murcia con la falta de oportunidades que ello representa; figuras como José María Rodero, Marsillach, Ismael Merlo, Antonio Ferrandis, Jesús Puente, Juanjo Menéndez, leyendas de las pantallas y escenarios, encuentran su continuidad en la personalidad desbordante y las dotes artísticas del gran actor, con mayúsculas, que es don Antonio Martínez Muñoz.