El Real Murcia sacó su mejor cara para visitar al líder, pero la superioridad en buena parte del partido no sirvió para lograr una victoria que hubiera levantado los ánimos de un conjunto grana al que en el último mes de competición está encontrando demasiados obstáculos para confirmarse como un candidato al ascenso. Un empate a uno fue el resultado que al final quedó en el marcador.

La derrota del pasado domingo frente al Córdoba B obligó a Salmerón y a sus jugadores a ponerse las pilas. Donde primero se dejó notar que había que revertir la situación fue en la alineación. Ante el líder, el técnico recuperó el trivote defensivo, con Juanma por delante de Armando y David Sánchez, y colocó a dos delanteros, con Christantus en el centro y Pedro Martín escorado en la banda izquierda. Por la derecha, Santi Jara dejaba en el banquillo a Carlos Martínez. Las novedades no sentaron mal a los murcianistas, que tomaron el control y dejaron al líder Marbella en un segundo plano. Con una presión alta y con Juanma liberado, el Murcia intentó tener el balón en un césped imprácticable por la lluvia. Era por bandas, con Fornies mirando hacia arriba, por donde el Murcia abría el campo. Solo faltaba encontrar el pase para que Chrisantus metiera miedo.

Sin embargo el Murcia volvió a sentirse pequeño cuando Corpas aprovechaba un pase sensacional de Añón para marcharse por velocidad de Forniés y batir con un tiro cruzado a un Biel Ribas que unos minutos antes ya había salvado un disparo de Juanfran.

Las sensaciones eran claras: el Murcia ponía interés, quería más, pero el Marbella mordía y daba sensaciones de superioridad dentro del áreal. Los minutos lo fueron confirmando. Wilfred ampliaba la depresión de Pedro Marín con una mano salvadora, Forniés mandaba el balón arriba y el cabezazo de Charlie Dean tampoco iba entre los tres palos. Mientras, Biel Ribas se convertía en el ángel de la guarda de los granas evitando un gol de Corpas a los 35 minutos.

Parecía que al Real Murcia le tocaría marcharse al vestuario con sensaciones agridulces. Su esfuerzo no tenía recompensa. Sin embargo, Wilfred se alió con los murcianistas. El meta local no era capaz de blocar un disparo manso de Armando, y el balón salía directo a la cabeza de un Chrisantus que lograba su segundo gol como grana.

La segunda parte solo sirvió para notar los esfuerzos realizados en la primera parte. Incapaz de crear peligro, el Murcia no era capaz de repetir sensaciones. Tampoco lo hacía un Marbella conformista. Salmerón intentó mover el banquillo, reactivar las pilas de su equipo, pero los suplentes no fueron revulsivos. Al contrario, el grana se fue viniendo abajo y no aprovechaba el conformismo del líder, que se encontró una gran ocasión en un disparo envenenado de Catena. Una vez más, Biel Ribas se ganó el sueldo.

Al final un empate que permite a los granas seguir en play off por los pinchazos del UCAM y del Granada B.