Si hubiera que establecer una especie de listado con los jugadores que mejor rendimiento han dado desde su llegada al Real Murcia el pasado verano, la respuesta de la mayoría de los seguidores coincidiría en señalar al portero Biel Ribas y al defensa Pedro Orfila como auténticas piezas claves de un once titular que, salvo en estas demarcaciones, ha sufrido cambios en todas sus líneas, más teniendo en cuenta que el conjunto grana ha sido dirigido esta temporada por hasta tres técnicos, ya que José María Salmerón, el preparador actual, tomó las riendas del vestuario grana en la décima jornada, después de que Manolo Sanlúcar fuera destituido tras empatar ante el Mérida y de que el técnico del Imperial, Víctor Basadre, accediera a dirigir al equipo de manera «interina» durante dos jornadas. Y los tres entrenadores han tenido una cosa en común aunque hayan estado más o menos tiempo, Biel Ribas y Pedro Orfila han disputado todo lo que puede jugarse en Liga, y además se produce la circunstancia de que, en este caso, el dicho de que 'lo bueno hay que pagarlo' se cumple a la perfección, puesto que el balear y el asturiano tienen además dos de las nóminas más elevadas de la primera plantilla grana.

Los dos llegaron para ser titulares en este proyecto que se confeccionó en verano tirando de talonario hasta el punto de que Biel Ribas terminó declinando una propuesta que estaba a punto de firmar en el FC Cartagena ante la llegada de una mejor oferta económica por parte del Real Murcia, de la misma manera que Orfila ha bajado una categoría, del Numancia al Murcia, para ser, eso sí, con unos 100.000 euros anuales, el jugador mejor pagado de los que firmó Deseado Flores durante una etapa al frente de la dirección deportiva que ahora parece que ha relegado al empresario albaceteño a un segundo plano tras el aterrizaje en el club de un nuevo director de fútbol, Pedro Gómez Carmona, quien además llega como persona de confianza del nuevo gestor, el mexicano Mauricio García de la Vega.

En el caso de Biel Ribas, el hombre que lleva ya una diez días amenazando con activar la cláusula de su contrato que le permite marcharse libre de la centenaria entidad cuando se le deba un mes y diez días de su salario, algo que se cumple desde dos meses antes de llegar el agente de jugadores mexicano, su aportación al equipo de este curso ha sido más decisiva que la de la mayoría de hombres de ataque. Además de haber detenido cuatro penaltis que han salvado al Murcia en varias ocasiones de un mal mayor, Biel lleva como titular en la portería grana 24 jornadas seguidas, aunque el portero balear sí que ha tenido cierto descanso, la Copa del Rey, donde el protagonismo bajo los palos, incluso en la ida y la vuelta ante el Barcelona, fue para el joven Alejandro Santomé. Con 20 tantos encajados, y a pesar de que la última jornada, en el empate ante el UCAM, Ribas tuvo una actuación desafortunada en el tanto inicial de los universitarios al descuidar demasiado el primer palo de su portería, el exjugador que ascendió a Segunda con el UCAM le ha dado muchas más sonrisas que lágrimas a la afición grana, que sabe que la portería está, por ahora, muy bien cubierta.

Y si lo de Biel Ribas tiene mérito, más kilómetros realiza sobre el campo el defensa Pedro Orfila, un hombre que ha terminado por hacerse un hueco que difícilmente le va a quitar nadie en la actual plantilla murcianista, pero más mérito tiene lo del futbolista de Luanco, que a pesar de tener uno de los sueldos más elevados de la plantilla, ya ha tenido tiempo de anotar tres goles como murcianista con 2.160 minutos en la Liga y los 360 que ha disputado en Copa, a excepción de la eliminatoria ante el Racing de Ferrol, donde tuvo descanso por parte de Manolo Sanlúcar. Orfila ha anotado en la victoria ante el El Ejido de la tercera jornada, en la dolorosa derrota por 4-3 en casa del filial del Córdoba, en la octava jornada y por último en el triunfo del 17 de diciembre por 1-2 en la visita al estadio del Linense.