La ausencia de Limones en la portería del Cartagena podría haber sido traumática después de cuatro temporadas a pleno rendimiento. Aunque el de Daimiel estuvo varias veces cuestionado, era un indiscutible bajo los palos hasta que hizo las maletas el pasado verano con destino a Miranda de Ebro. Sin embargo, el conjunto albinegro ha encontrado un sustituto de plenas garantías, que incluso supera las prestaciones del guardameta manchego. En la primera vuelta del campeonato, Pau Torres ha demostrado ser uno de los mejores porteros de toda la Segunda División B, y sus actuaciones se han transformado en puntos para el conjunto que dirige Alberto Monteagudo.

Hasta la fecha ha jugado 16 encuentros, en los que solo ha recibido tan solo 13 goles. Esos números le convierten en el tercer portero menos goleado del grupo IV, tan solo por detrás de Manu García, del Extremadura (11 goles en 18 partidos) y Dani Barrio (12 goles en 19 partidos). Promedia 0,8 goles encajados, una media que se reduce a 0,57 tantos si exceptuamos sus dos primeros encuentros como futbolista albinegro.

Sus inicios en la ciudad portuaria fueron un tanto convulsos. El equipo sufría en defensa, y al portero catalán le llegaban con demasiada asiduidad. En esos dos primeros encuentros de la temporada la zaga albinegra hacía aguas, y a Pau le marcaron cinco goles en dos partidos (dos el Recreativo de Huelva y tres El Ejido). Ante estas cifras, empezaron a surgir dudas alrededor de la figura del guardameta, a pesar de que no había tenido responsabilidad en los goles recibidos.

Mientras tanto, Marcos Morales ganaba enteros con sus partidos en la Copa del Rey. Con el madrileño bajo los palos, el Cartagena avanzaba tres rondas hasta los dieciseisavos de la competición copera. Sin embargo, a medida que avanzaba la temporada Pau se ganaba al público del Cartagonova y se acercaba poco a poco al nivel que le catapultó a la fama con el Lleida, donde jugó entre 2012 y 2015.

A lo largo de la primera vuelta, Pau ha sufrido algún que otro contratiempo que le ha privado de jugar tres partidos. Sin ir más lejos, acabó lesionado el derbi contra el Real Murcia, y se perdió los dos partidos siguientes por un problema muscular.

Cuando el meta barcelonés no estuvo, la afición albinegra se percató de lo que se notaba su ausencia. Los tres partidos ligueros que se perdió coincidieron con un empate y dos derrotas del conjunto cartagenerista. Además, Pau ha llegado al final de la primera vuelta en su mejor momento. Ante el Linense protagonizó una parada salvadora, de esas que, a la postre, se traducen en tres puntos para su equipo.

En estos tres meses el Cartagena ha contado con un portero sobrio, que no ofrece dudas en los balones aéreos y que aporta la seguridad necesaria a la zaga. Su principal virtud no es el juego con los pies, pero se defiende bien, es rápido en el mano a mano y, sobre todo, goza de unos reflejos espectaculares para esta categoría. Con treinta años en su carné de identidad, Pau ha alcanzado la plena madurez tanto dentro como fuera del terreno de juego, y si sigue a este nivel no tardará en regresar a la división de plata, allí donde no fue capaz de triunfar en su paso por Alavés y Valladolid. Mientras tanto, la afición del Cartagonova seguirá disfrutando de sus servicios.