¿Cómo están siendo sus primeras semanas en el club?

Al margen del calor, que es una cosa bastante novedosa, el club es lo que más o menos conocía. Ahora se trata de coger el ritmo y tener cuidado con las lesiones, porque una lesión ahora te hace perder mucho tiempo. Pero no vamos con mucha prisa, porque cuando corres mucho a la hora de construir la base al final lo terminas pagando y tienes que volver atrás para refrescar cosas que son básicas y muy importantes.

Por fin está en Murcia después de varios años sonando su nombre...

En los veranos nunca sabes lo cerca o lejos que estás. Sabía que había interés, pero nunca hubo nada sobre la mesa. No sé lo lejos o lo cerca que he estado otras veces, lo que sé es que ahora estoy aquí.

¿Cuáles eran sus planes antes de la llamada del UCAM?

Sabía que habían tres equipos en la liga ACB y dos de fuera que tenían interés. Estábamos a la espera de ver un poco cuál era la mejor opción y realmente cuando me llamó Alejandro Gómez fue bastante rápido. Por el planteamiento que tenía, por lo que conocía€ fue una cosa que no se dilató demasiado.

En una entrevista dijo que cambiaría perder una final a un descenso, ¿le fue algo dramático el descender con Manresa o es algo que asimiló durante el año?

Han sido dos años en los que terminas teniendo la sensación de que compites para no perder y no para ganar. Porque perder te penaliza y el drama es más que deportivo. Eres el presupuesto más bajo de la liga y eso lo tienes que suplir con mucho trabajo. Pero sobre todo por el entorno, por los trabajadores del club a los que les influye que el equipo esté en LEB o ACB, los aficionados€ la gente en Manresa entiende la realidad y sabe que vive siempre en el alambre. El equipo tal vez podía haber dado un poco más, no sé si para lograr la permanencia, pero sí un poco más.

¿Con qué se queda un entrenador tras un año complicado en cuanto a resultados?

A saber gestionar las derrotas a nivel personal. Es una cosa complicada, sobre todo cuando has tenido la suerte de estar en clubes que aspiran a ganar y a estar en finales o semifinales. Llegar a Manresa y encontrarte después de eso con dinámicas de derrotas hace que tengas que aprender a gestionarlo. Es difícil porque nadie te lo enseña, lo tienes que vivir para aprender.

En su presentación dijo que quería una plantilla atlética, ¿está contento en ese aspecto?

Muy contento. También tenemos talento y calidad, pero a nivel físico podemos ser un equipo que compita a la misma altura que muchos clubes importantes de la liga.

El mexicano Juan Toscano ha llegado para hacer la pretemporada, ¿se podría quedar?

Bueno, para que esa oportunidad aparezca, lo primero que tiene que hacer Juan es demostrar que puede estar aquí. Ha venido porque sigo bastante la liga mexicana y le conozco. Es un jugador con una capacidad atlética y con calidad suficiente como para jugar en Europa. Para él esto es un escaparate y a nosotros nos ayuda en pretemporada porque nos falta gente a nivel exterior.

¿Cabe la posibilidad de contar con una plantilla de 14?

A mí no me importaría contar con un jugador más porque cuando ya pasas de doce tienes que hacer convocatorias. En esto, el baloncesto se parece cada día más al fútbol. El año pasado se demostró lo importante que es tener una plantilla larga y todavía así el Madrid, el Baskonia o el Barcelona llegaron al tramo final con falta de aire. También aparecen las ventanas de la FIBA y vamos a tener que aprender a gestionar una serie de cosas que antes no hacíamos. Una plantilla larga no es algo malo siempre que se pueda mantener a nivel económico.

Si se queda Toscano, ¿significa que ve a Soko como ´cuatro´?

Siempre hemos dicho que nos gusta tener jugadores versátiles. Ovie es uno de los pocos que conozco que en su carrera ha retrasado posiciones, cuando lo normal es que fuera al revés, y eso es muy positivo. En principio cuento con Soko como alero, que pueda jugar como ´cuatro´ es una cosa que podemos utilizar puntualmente, pero lo normal es que sea alero porque nos da un plus físico muy importante junto a Rojas.

Kloof quizá es uno de los fichajes más desconocidos, ¿qué puede aportar al equipo?

Tal vez es así porque a pesar de que ha tenido apariciones importantes con la selección holandesa, digamos que no ha aparecido nunca en equipos con renombre. Es un jugador con muchísima hambre y con un nivel físico y atlético importante. Eso va a complementar muy bien a Hannah, porque a campo abierto es un jugador muy interesante para nosotros..

¿Y Marko Lukovic?

Marko ha pasado en unos años de ser un tres demasiado alto a jugar como ala-pívot en la última temporada, donde ha subido sus números desde el triple. Está en un punto de madurez que si lo aprovecha puede pasar a ser un jugador muy importante a nivel europeo. Es muy versátil porque también tira el balón al suelo, rebotea... y seguro que se va a convertir en un jugador de Euroliga de aquí a unos años.

Sabe que se le va a comparar con Radovic.

Los números de Marko en la liga Adriática, antes de venir a Murcia, son mejores que los del último año de Radovic allí. Son solo números, pero puestos a comparar lo comparamos todo. Eso no quiere decir que vaya a ser mejor o peor. Radovic ha demostrado ser un jugador de la liga, pero ha llegado el momento en el que el club y él han separado sus caminos. Entonces, ha dado la casualidad de que hemos salido al mercado y hemos encontrado un jugador similar.

Y a usted con Katsikaris...

Cualquiera que venga a Murcia se le va a comprar con Fotis. No estamos hablando de un entrenador normal. Ha firmado las dos mejores temporadas de la historia del club y que se me compare con Katsikaris es un orgullo. Que el club haya pensado en mí para sustituirle, más que miedo me supone un halago. Ahora lo que hay que hacer es responder a esa confianza que han depositado en mí, pero no me supone una presión.

¿Se ve como el primer entrenador que clasifique al UCAM para una Copa del Rey?

Me gustaría mucho, pero lo primero que tiene que pasar para eso es que nos lo merezcamos. Me gusta mucho el equipo, creo que podemos disputar la Copa del Rey y el play off, pero hay más rivales en la misma situación. Cinco equipos de Euroliga, el Gran Canaria y luego se abre una ventana de dos equipos. Para poder ser uno de ellos lo primero que hay que hacer es merecerlo. Y eso lo tenemos que hacer nosotros a base de trabajo, pero creo que tenemos las condiciones y los jugadores para lograrlo.

En la pretemporada se va a medir a varios de esos rivales, ¿eso es una ventaja o un inconveniente para probar cosas?

La experiencia me ha dicho que la pretemporada no vale para nada. En mi primer año en Manresa hicimos un balance de 0-7 y empezamos la liga con 6-6, que es un milagro. Y el año pasado hacemos un 5-3 en pretemporada, la gente empezó con unas expectativas brutales y luego pasa lo que pasa. El Tenerife el año pasado hizo un 1-7 y ya sabes lo que ha pasado. La pretemporada sirve para ir metiendo jugadores, aprender cosas e incluso, a veces, es hasta positivo que no haya buenos resultados porque obliga al equipo a estar preparado para dar un punto más de exigencia de cara al inicio de liga.

Desde los banquillos ha vivido de cerca la Euroliga y la Eurocup, ¿qué le parece el nivel de la Champions League?

Veo que el nivel está subiendo. Hay quien puede pensar que este año la Champions es peor porque hay equipos que el año pasado la disputaron y ahora van a jugar la Eurocup, pero se han incorporado bastantes equipos turcos de mucho nivel, y luego también están los equipos italianos. Veo los nombres y me parece una competición de nivel. No sé si de más o de menos, pero lo tiene. Te exige mucho. El año pasado la ganó Tenerife muy justamente y fue porque se la mereció. Equipos como Mónaco, Venecia, Besiktas€dieron un nivel muy alto. Es una competición que nos hace mucha ilusión a todos y lucharemos por pasar a las eliminatorias, que creo que son muy atractivas.

¿Repartirá las cargas de trabajo teniendo en cuenta las necesidades de cada jugador?

Lo que hablábamos antes de las plantillas largas. Al final jugar miércoles y domingo no es un problema en sí, porque el jugador agradece más jugar que entrenar. El problema son los viajes. Habrá fines de semana que nos vayamos viernes y no volvamos. Prefiero ver que eso es una oportunidad para que el equipo genere buena química interna y para cohesionar el grupo. La temporada te va dando señales de jugadores que tienen mejores y peores momentos de forma y habrá que saber gestionar ese aspecto.

También entra en juego el tema de los cupos.

Evidentemente en la ACB tenemos un mayor margen para esto que en la Champions, por el tema de que los cupos en esta competición son cinco. También veremos qué pasa con el tema de Oleson. Para mí el mejor entrenamiento para la ACB va a ser el partido de Champions, porque lo importante es la liga. La Champions nos hace ilusión, pero lo que nos da de comer es la ACB.

¿Se reconoce cuando se ve en los tiempos muertos como en el del año pasado ante el UCAM?

(Risas) Hay una parte que es así y otra que también es teatral. En el partido contra el UCAM no había más soluciones a nivel técnicas porque nos estaban pasando por encima. Al final tienes que tirar más por el coraje que por otra cosa, porque no es fácil arreglar ciertas cosas cuando no tienes las herramientas. Sé que soy yo, pero no soy así generalmente, de vez en cuando sí, pero ni me reconozco ni no me reconozco. Es una parte de mi trabajo tener y ya está.

Otro de sus vídeos que se viralizó en las redes fue una previa en la que decía que la afición y el Manresa se identificaban con una forma de ser y de luchar, ¿percibe que algo parecido ha ocurrido en Murcia?

Ha sido una de las cosas más importantes que ha hecho el equipo en los últimos años. Ser un equipo, y te hablo desde la experiencia, al que no quieres venir a jugar a su casa porque sabes lo que te espera. Pero creo para crecer también hay que jugar bien fuera. No veo ningún motivo para perder ese espíritu de lucha. Entiendo que hay cosas que te da el jugar en casa, como la energía que te da la afición, pero hay que jugar bien para ganar. Solamente con huevos no ganas partidos en la ACB. Me gustaría que jugásemos bien en casa, pero también ser fuera un equipo valiente y que compita. Luego, ganar o perder, es un paso hacia un lado o hacia otro.

¿Hace especial hincapié en el apartado psicológico?

Cuando llegan los problemas, buscas las soluciones. Hay ciertas cosas de las que no me había preocupado demasiado hasta hace dos años. Estamos en el siglo XXI y todos tienen buenos médicos, buenos preparadores, buenos dietistas, buenos entrenadores€ y hay ciertas cosas que se igualan más. Las diferencias están en el talento de los jugadores y en sus cabezas. Muchos jugadores tienen un talento increíble y no llegan más allá por sus cabezas. Me parece que es el siguiente campo en el que tenemos que aprender los entrenadores, y no somos psicólogos, pero por ahí tenemos que investigar, documentarnos€ y si hace falta pedir ayuda para sacar el 200% de lo que tenemos, porque si eso ayuda, tenemos que usarlo.