El destino ha querido que el Cartagena tenga un inicio de temporada fulgurante. Entre finales del mes de agosto y el mes de septiembre se verá las caras con equipos que aspiran a ocupar la zona alta del grupo IV o que tienen por costumbre complicar la vida a los de Alberto Monteagudo. Por ello resulta imprescindible que los albinegros arranquen el curso con las pilas puestas, porque un mal inicio se puede acusar durante todo el año y no van a tener enemigos sencillos para empezar el rodaje.

El próximo sábado (21.00 horas, Cartagonova) debutan en liga contra el Recreativo de Huelva, un histórico venido a menos. Su pasado glorioso como decano del fútbol español y como integrante de Primera División durante varias temporadas ha sido arrastrado por un cúmulo de fracasos institucionales y deportivos. La entidad onubense intenta recomponerse y volver a ser la que fue tras salvar la categoría con ciertas dificultades el curso pasado. Precisamente el Recreativo fue el último rival del Cartagena en la temporada regular de la 2016-2017, cuando tuvieron que asegurarse el play off en la jornada final con un mísero empate a cero ante un rival plagado de suplentes y sin objetivos por los que luchar. Fue un partido pobre por parte de ambos conjuntos, uno deprimido y otro de vacaciones, que se reeditará en este inicio de curso.

El sábado siguiente, los pupilos de Alberto Monteagudo viajarán a un estadio que tampoco les trae buenos recuerdos. En El Ejido cosecharon la primera derrota la temporada pasada en un choque que los locales manejaron a su antojo. Los almerienses neutralizaron por completo el juego de los cartageneristas practicando un fútbol directo y combativo y se impusieron por un escueto 1-0.

Sin más dilación, el 30 de agosto se disputará un duelo regional en la Copa del Rey. En esta ocasión, los albinegros se verán las caras con el UCAM Murcia en la primera eliminatoria de la competición del KO.

Será el regreso de Arturo a la que hasta hace un mes era su casa y de la que salió por la puerta de atrás, merced a una temporada en la que estuvo gafado con el gol, algo que terminó afectando a los resultados del equipo. Será un partido a cara de perro, ya que no hay encuentro de vuelta y pasará a la siguiente ronda el que se imponga en el feudo cartagenerista en los noventa minutos.

El siguiente oponente es el Melilla, que aún conserva la fama de equipo más correoso del grupo IV de Segunda B. El curso pasado, tanto el enfrentamiento de ida como el de vuelta entre estos dos equipos acabaron con un marcador de empate a uno. Siempre rondando los puestos de play off con su buen engranaje defensivo, los de la ciudad autónoma aseguran ser un rival dificilísimo para cualquier conjunto de la categoría.

De nuevo el 10 de septiembre el Cartagena se verá las caras con el UCAM, pero esta vez en liga. El conjunto universitario, que descendió la pasada temporada de Segunda en la última jornada, pondrá toda la carne en el asador para regresar a la categoría de plata, y ambos pretenden ser dos contendientes hasta el final en esa pugna por el ascenso. Ese partido de ida se disputará además en el viejo y remozado estadio de La Condomina, donde el Cartagena, entonces dirigido por Víctor, cayó derrotado en su última visita a finales de 2015.

Sin tiempo para relajarse, los de Monteagudo recibirán al Villanovense en la jornada quinta y visitarán al Mérida en la sexta. El equipo de Villanueva de la Serena se convirtió en el equipo revelación del curso pasado, y a punto estuvo de lograr un ascenso totalmente inesperado. Por su parte, el equipo extremeño está de nuevo en todas las quinielas para estar en zona de play off. A partir de la séptima jornada, el camino empieza a allanarse para los albinegros, pero no se pueden andar con remilgos porque cualquiera puede dar la campanada en una categoría tan igualada justo en el momento de comenzar la Liga.